viernes, 4 de noviembre de 2011

DEVOCIONAL DÍA 1 DE NOVIEMBRE


LA RAÍZ JUDÍA


“Pues sí algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica sabia del olivo, 18 no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti”.

Romanos 11:17-18


Todo lo que tiene vida tiene raíz. Hoy se puede visitar Jerusalén y entrar en el Huerto de los Olivos en Getsemaní. Junto a la Iglesia de “Todas las Naciones” hay un olivar. Algunos de estos olivos son muy viejos, los guías turísticos aseguran que son del tiempo de Jesús, o sea hace unos 2.000 años. Aún dan frescos retoños y por sus ramas corre la savia. Esto se debe a que sus raíces están vivas. Se extienden en lo profundo de la tierra y a lo largo de los tiempos…


Así es con el cuerpo de Cristo. Vez tras vez brotan nuevas ramas, nuevos brotes, nuevos retoños. De generación en generación continúa la vida. Los hombres toman contacto con Jesús, nacen de nuevo y son injertados en el NOBLE OLIVO. El árbol crece y lleva fruto durante el transcurso de los tiempos. Cada uno de nosotros somos una rama de este árbol viviente. ¿Pero de dónde vienen sus raíces?


Yo encontré a un hombre en Jerusalén que llegó allí buscando las raíces del cristianismo. Buscó en la vieja Iglesia ortodoxa, pero las raíces van mucho más profundas que hasta ahí. Pasan a través de Jesús, el texto lo indica al dirigir estas palabras y promesas a Su propio pueblo, a Israel. Es imposible comprender la revelación de Jesús sino se cuenta y se trata de comprender a Israel como pueblo. El apartar al pueblo de Israel, rechazar a Israel, rebajar o desestimar el Antiguo Testamento es igual que cortar las raíces. Y todo árbol que es desarraigado muere. Por eso es tan importante no menospreciar las raíces sino tenerlas en alta estima. Son las raíces las que nos sostienen, nosotros no sostenemos a las raíces. Por eso no debemos jactarnos. Es una inmensa gracia el que hayamos sido injertados en el Dios de Israel.

Ulf Ekman


ORACIÓN:
Dios Eterno, Tú has movido toda la historia a través del pueblo que escogiste. Ayúdame a comprender Tus caminos y apreciar todo lo que Tú has Hecho. Gracias porque Tú me has injertado por medio de Jesucristo. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

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