jueves, 24 de noviembre de 2011

DEVOCIONAL DÍA 15 DE NOVIEMBRE



FIESTA DE PENTECOSTÉS


“Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán. 16Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano al Señor”.

Levítico 23:15-16


Las siete fiestas del pueblo judío estaban agrupadas de forma que se celebraban en tres ocasiones: Pascua, Pentecostés y la Fiesta de los Tabernáculos. Esto simbolizaba tres cosas que Dios quería hacer con Su pueblo: Él quería darles paz. También darles poder. Y darles cosecha y descanso. Las siete Fiestas eran el medio que Dios usaba para dar descanso a Su pueblo.

Pentecostés se celebraba por dos motivos. Uno era para celebrar la entrega de la Ley en el Sinaí. Y el otro donde se celebra la cosecha, pero no en la misma dimensión que se hacía en la gran Fiesta de la Cosecha, o La Fiesta de los Tabernáculos. Pentecostés se celebraba cincuenta días después de Pascua, de ahí la palabra pentekast: cincuenta. La cosecha que se celebraba era la del trigo. Jesús es el grano de trigo (Juan 12:24) que cae en tierra y lleva mucho fruto. Pentecostés se llama también la Fiesta de las Semanas, Fiesta de la Cosecha y Fiesta de los Primeros Frutos o Primicias.

Por Pentecostés fue derramado el Espíritu y Dios puso Su ley en el corazón de los discípulos, lo cual había sido profetizado por Jeremías y Ezequiel. Jesús dijo que cuando el Espíritu viniera los discípulos recibirían poder para ser testigos. Los discípulos testificaron de la resurrección de Jesús y la Iglesia nació. Los 120 del Aposento Alto, así como los 5.000 que formaban las primera Iglesia eran solamente como las primicias del fruto de aquello que había de venir. No era como en la Fiesta de las Primicias, donde Jesús y Su resurrección eran la primera gavilla. Ahora hay más gavillas, pero aún son las primicias del fruto. Todavía espera la gran cosecha del final. En la Fiesta de Pentecostés Dios envió el Espíritu Santo para mostrar que Jesús ha sido glorificado. Luego empieza el tiempo del Espíritu, el tiempo de la Iglesia, y el poder de Dios se manifiesta a toda clase de pueblos y naciones.


Ulf Ekman


ORACIÓN:
Gracias Señor por la llenura del Espíritu Santo, su bautismo y poder. Con Él puedo hacer todo aquello que yo no podría hacer de otra manera. Ayúdame a escuchar, obedecer y ser dirigido por el Espíritu Santo cada día. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

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