martes, 8 de noviembre de 2011

DEVOCIONAL DÍA 7 DE NOVIEMBRE



LO NUEVO Y LO VIEJO


“y todos bebieron de la misma bebida espiritual, porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo”.


1ª Corintios 10:4


Todo el transcurso de la historia de Israel es un ejemplo objetivo. Como Dios ha actuado con Israel quiere hacerlo con nosotros. A través de todo el Antiguo Testamento vemos ejemplos, tipos, de aquello que iba a venir. Paso a paso Dios revela Su voluntad a Su pueblo, e Israel viene a ser profético lo mismo en palabra que en obra. En palabra porque fue el depositario de toda la revelación que señala a Cristo. Y en obra porque por sus hechos señalan las cosas que sucederán. De la misma forma que fue desobediente en el desierto, la Iglesia es tentada a ser desobediente y morir en el desierto. De la misma manera que la roca dio agua de forma que Israel pudo sobrevivir, Cristo nos da el agua de vida de forma que podamos sobrevivir.


Él es la Roca en el desierto, el maná del cielo, la nube en el día y el fuego en la noche. Él es la ofrenda, el servicio del templo, sumo sacerdote y templo a la vez. Él es el siervo doliente en Isaías. Él es el buen pastor de Ezequiel. Él es el cuarto hombre en el horno de fuego de Daniel. A través de toda la Escritura aparece la revelación del Mesías. Por eso dijo a sus discípulos después de su resurrección: “Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían” (Lucas 24:27).


El Antiguo Testamento prepara, predice, profetiza lo nuevo que había de venir. Sin el Antiguo Testamento jamás podríamos comprender el plan de salvación de Dios. No podríamos comprender el Nuevo Testamento. No podríamos entender a Jesús. Jesús no vino para abrogar la ley y los profetas, sino para cumplirla, lo cual refiere Mateo 5:17. “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir”.


“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley” (Gálatas 4:4). La Ley es santa, justa y buena. Israel fue el depositario de la Ley y a través de Israel la Ley se dé por acabada, el Mesías volverá. ÉL, de quien la Escritura profetizó. Lo que hay nuevo se anuncia y se abre paso a través de lo viejo.


Ulf Ekman


ORACIÓN:
Gracias Dios mío porque tan minuciosamente preparaste la venida de Jesús, de forma que pude llegar a ser rescatado. En el nombre de Jesús ¡AMÉN!

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