DIOS ACTÚA EN TU VOLUNTAD
“Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”.
Filipenses 2:13
A menudo los creyentes están perplejos respecto a la voluntad de Dios. Es posible que a veces tengas un sentir por algo especialmente pero no sabes si esto es la voluntad de Dios. A veces creemos que Dios no desea algunas cosas o que Él quiere que uno hiciera ciertas cosas. A pesar de ello notamos la tendencia hacia una dirección determinada. A veces cuando hablo con creyentes respecto a la voluntad de Dios les hago esta pregunta: ¿Si pudieras elegir, qué elegirías? Por lo general responden de inmediato lo que preferiblemente elegirían. Pero después surge la cuestión de si verdaderamente Dios desea esto. A menudo tienen la imagen de un Dios como un ser tacaño y exigente, un Dios sin compasión, definitivamente, sin humor. Perciben la vida como fría y yerma. La obediencia viene a ser un acto de obligación sin inspiración alguna. Pero nuestro Padre celestial no es así. Él tiene algo mucho más glorioso para ti y para mí. Es debido a esto que Dios opera en nuestra voluntad. Él sabe lo que podemos hacer mejor, lo que nos gusta más y para lo que estamos más capacitados. Él produce en nuestro corazón algo que después empezamos a pedir y anhelar. Puede que esté ahí depositado por años esperando su tiempo perfecto. Puede que hasta germine a pesar de dudar y preguntarnos si verdaderamente Dios lo quiere.
Pero cuando finalmente aceptamos que Dios conoce todo mejor que nadie y que Él opera en nuestra voluntad, entonces nos liberamos de toda frustración. Empezamos a andar en obras preparadas y la vida se vuelve mucho más fácil. Viene a ser más alegre, más armónica y más bendecida, descubriendo en ello los buenos planes que Dios tiene para nuestra vida.
Ulf Ekman
ORACIÓN:
Gracias Señor, por poner tantas cosas en mi corazón, cosas en las que Tú quieres que me involucre. Ayúdame a no perder las buenas obras que has preparado por dudar de lo que tienes para mí y de lo que obras en mi voluntad. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!