DEVOCIONAL DIA 21 DE OCTUBRE

BENDICIÓN ECONÓMICA

“Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? ³¹No os afanéis, pues, diciendo; ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? ³²Porque los gentiles buscan todas estas cosas, pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas”.

Mateo, 6:30-32

Un aspecto de la vida en que a menudo encontramos dificultad es en el económico. Durante siglos nos han enseñado que la pobreza es buena, es espiritual y que es la voluntad de Dios. Eso no concuerda para nada con la enseñanza bíblica. Inconscientemente hemos admitido una enseñanza respecto a lo material que no es cristiana sino gnóstica. Los filósofos griegos hacían diferencia entre el espíritu y la materia. Lo espiritual era bueno, lo material era malo. La Biblia no hace esa diferencia sino que la establece entre el espíritu y la carne. Dios creó lo material y lo llamó “bueno” (Génesis 1:31). Es el corazón del hombre el que es malo y por eso utiliza lo material de forma equivocada.

Por eso es que Jesús nos advierte de que no sirvamos a Mammón –al dinero-. Él lo menciona en Mateo 6:24, donde constantemente nos dice que es en nuestro Padre celestial en quien debemos confiar para nuestras provisiones. La falta de comprensión respecto a que Dios quiere ser nuestro proveedor hace que caigamos en el sometimiento y dominio de Mammón. “Vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas”. ¡Esto es maravilloso! Jesús dice que no tenemos necesidad de ir detrás de todo ello y preocuparnos como los gentiles, perdiendo nuestro tiempo en conseguir y juntar lo que necesitamos para vivir. Nuestro Padre celestial nos ayudará de una manera abundante. ¿Por qué abundante? Porque Jesús dice que Dios viste la hierba mejor que se vestía Salomón y que nuestra vestimenta es mejor que la hierba (Mateo 6:29-30). El cuidado de Dios es tan grande que Él quiere satisfacer de una forma sobreabundante todas nuestras necesidades más básicas y vitales.

Ulf Ekman

ORACIÓN:

Gracias Padre porque Tú quieres darnos todo lo que necesitamos. Tú lo sabes, y no quieres que vivamos preocupados por nada. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!