DEVOCIONAL DÍA 6 DE OCTUBRE

CREADOS PARA BENDICIÓN

“Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgarla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra”.

 Génesis 1:28

Algo maravilloso pasó cuando Dios creó al hombre. El hombre no llegó por un accidente sino como resultado del pensamiento de Dios, Su consejo y Sus planes. Cuando Dios creó al hombre habló sus primeras palabras hacia él. No pronunció advertencias inquietantes. No se presentó con normas estrictas. Dios le bendijo. Bendecir es algo muy grande. A veces usamos la palabra “bendición” de forma descuidada, pero Dios no lo hace. Bendecir significa que por medio de la palabra trasmitimos poder y vida sobre otra persona. Cuando en este momento el Señor bendijo a las dos primeras personas les dijo: “sed fecundos, multiplicaos y llenad la tierra”. Dios quería que Su vida se difundiera a través del hombre y que la vida que Él sopló en el hombre se reprodujera y llenara toda la tierra.

De esta manera toda la tierra sería llena de la gloria de Dios. Esto se perdió a causa de la caída del hombre en pecado, pero en Jesús ha sido restablecido. Jesús sopló sobre sus discípulos. Cuando recibimos a Jesús nacemos de nuevo. Su Espíritu, es decir, Su vida, entra en nosotros y cuando nacemos a esta nueva vida Jesús nos mira y pronuncia las mismas palabras que el Padre dijo a Adán y Eva. Él nos bendice y nos dice que: seamos fecundos, que nos multipliquemos y llenemos la tierra. Por lo tanto, hemos sido creados y recreados para llevar fruto. Hemos sido bendecidos. Somos criaturas fructíferas, creadas para llevar la bendición de Dios en todo lo que somos y hacemos.

Ulf Ekman

ORACIÓN:

Dios mío, Tú me has creado para bendecirme. Donde la bendición fluye, allí hay vida, y dónde hay vida hay otras bendiciones también. Permíteme ser bendición para otros hoy. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!