martes, 25 de octubre de 2011

DEVOCIONAL DÍA 22 DE OCTUBRE


LA RIQUEZA DE DIOS


“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses, 4:19).


Es importante saber que Dios es rico. Rico en gloria. Rico en amor, Rico en todo lo que tú y yo necesitamos. En Él no ha faltado jamás nada de ninguna cosa:”Mía es la plata, y mío es el oro, dice el Señor de los ejércitos” (Hageo2:8). Cuando Pablo escribe la epístola a los Filipenses se encontraba en la cárcel. Es decir, se encontraba en una situación carencial, de escasez. Su actitud es que puede vivir cualquiera que sea la situación. Él puede ser pobre, o puede ser rico: “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad” (Filipenses 4:12).

Pero Pablo se alegra porque ahora, por medio de la congregación de Filipos, todas sus necesidades han sido cubiertas. Él llega a decir: “Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia…” (Filipenses 4:18). Pablo experimentó el cuidado de Dios de una forma sobreabundante estando en la cárcel. Por eso anima a la congregación y les dice que Dios, conforme a Sus riquezas, suplirá sus necesidades debido a que ellos han satisfecho las necesidades de él. ¿Qué significa esto? Esto significa que Dios no solamente suple tus necesidades mínimas. No limita su respuesta a la medida de nuestra necesidad, sino que lo hace desde Su riqueza. No da solamente de forma que a duras penas cubre tu necesidad inmediata, sino que Él de una manera gloriosa, en Cristo Jesús, te da todo lo que necesitas.

Abraham aprendió a conocer a Dios como “El Shaddai” –El sobreabundante Dios-. Él desea que tú también aprendas a conocerle así, no como un Dios escaso y mezquino, sino como un Dios sobreabundante. Que puede y quiere verdaderamente ayudarte en todas las situaciones y de una forma sobreabundante puede incluso satisfacer tus necesidades materiales.

Ulf Ekman


ORACIÓN:
Gracias Señor porque no eres un Dios que rechaza su creación, sino todo lo contrario, Tú te preocupas por todas nuestras necesidades y de forma gloriosa en Cristo Jesús. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!


Nota de los traductores: Este tema de la prosperidad, enmarcado en la teología de la súper-fe, ha dado paso a exageraciones, errores y abusos indeseables. Creemos en el Shaddai, el Señor de toda abundancia, que suple con generosidad todas nuestras necesidades y nos permite poder compartir con otros de la misma manera. Algunos han pisoteado estas perlas, han retorcido esta verdad hasta convertirla en oprobio del evangelio, por lo que se hace muy difícil explicarlas sin confundirlas con predicadores ambiciosos y llenos de sí mismos. Queremos diferenciar aquí la verdad revelada en su justa medida, de las palabras infladas que inducen al hedonismo, el egoísmo y la superficialidad.

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