jueves, 27 de octubre de 2011

DEVOCIONAL DÍA 24 DE OCTUBRE


¿ERES UN SEMBRADOR?


“Como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre. 10Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia. 11para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracia a Dios” (2ª Corintios 9:9-11).


Aquí la Palabra de Dios habla del sembrador. No hay duda alguna que la semilla en este contexto se refiere a dinero (Léase vs. 5-8). Aquí promete el Señor dar semilla al sembrador ¿Quién recibe la semilla? ¡El sembrador! O sea, la persona que voluntariamente está dispuesta a sembrar de lo que ha recibido. Dios quiere bendecir a todos Sus hijos. A veces pareciera como que las bendiciones no llegan y nos preguntamos el por qué. En la mayoría de las veces la causa es porque cuando recibimos la semilla la retenemos para nosotros mismos en vez de sembrarla en el campo. Todo lo que retienes lo pierdes. De todo lo que siembras recibes cosecha. Esto no quiere decir que tienes que sembrar todo. Una parte de la semilla es “pan para comer”, quiere decirse, para tus propias necesidades. Otra parte de la semilla es para sembrarla en el campo.

Ningún área parece ser tan sensible a la gente como esta. A menudo el mundo acusa a los creyentes por hablar de dinero. Por el contrario, el mundo vive para el dinero. Eso no lo hacemos nosotros. Nosotros vivimos para Dios y utilizamos el dinero para sembrar, para la extensión del reino de Dios. No usamos a Dios para hacernos ricos. Usamos el dinero para difundir el conocimiento de Dios. Hay una gran diferencia. El mundo desea preferiblemente que la Iglesia sea pobre, mientras ellos mismos cada vez son más ricos. Dios desea que los creyentes sean ricos* en todo para que seamos generosos en todo. No debemos permitir que la murmuración y la calumnia que nos deparan impidan que seamos como Dios quiere que seamos. Cuando el Cuerpo de Cristo es financieramente independiente no hay ningún límite para llegar con el Evangelio. ¡Y es justamente esta independencia la que asusta al enemigo!

Ulf Ekman


ORACIÓN:
 Gracias Señor, porque deseas hacerme mejor sembrador. Tú me das la simiente y yo la siembro en los campos que Tú me asignas. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

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