ABUNDANTE GOZO
“Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe:” Gálatas 5:22.
El segundo de los frutos es
el gozo. Casi nada es más precioso que el gozo.
Nada es más contagioso que la risa. Nada es tan liberador como una
persona alegre, gozosa. Nada está más unido a la fe cristiana como la
alegría, el gozo. El Evangelio es la gozosa noticia. El Evangelio no se predica
en tono menor, ni con un matiz de enojo, o con un toque de amargura
basada en la propia justicia. Jesús me imparte gozo en lo profundo, en las
raíces de mi corazón. El gozo echa fuera el desaliento, la desesperanza y los
pesados vapores de la depresión. El gozo me levanta del hoyo de la
desesperación y me hace ver la vida desde otra perspectiva.
El profeta Habacuc vio que la higuera no florecía, y que las vides no
producían fruto y que en el olivo faltaba el producto y los labrados no
daban mantenimiento. Que las ovejas eran quitadas de la majada y no
había vacas en los corrales:
“Con todo, yo me alegraré en Jehová, y me
gozaré en el Dios de mi salvación” (Habacuc 3:17-18).
Había gozo a
pesar de las terribles circunstancias. Pero el profeta Isaías habló de un gozo
que vendrá en el último tiempo: la alegría de la fiesta de la cosecha.
“…Se
alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan
cuando reparten despojos” Isaías 9:3.
Nada hay que satisfaga tanto el
corazón como la cosecha, y vamos a ver la cosecha en el mundo. Esto
producirá un gran gozo al cuerpo de Cristo. Una cosecha gozosa como
nunca antes ha habido.
Cuando Pablo escribió la carta a los Filipenses repitió la palabra gozo 15
veces. La escribió desde la cárcel y vez tras vez insta a los filipenses a que
se regocijen. Les dice:
incluso en mis prisiones estoy gozoso, así que
gozaos siempre vosotros:”
Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez
digo: ¡Regocijaos! Filipenses 4:4.
Ulf Ekman
ORACIÓN:
Gracias Señor porque el gozo está en Ti, no en el éxito
sobre las circunstancias. Gracias Señor por las reservas de gozo que
hay dentro de mí a través de tu Santo Espíritu. Llevo el gozo
conmigo donde quiera que vaya. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!