lunes, 22 de agosto de 2011

DEVOCIONAL DÍA 12 DE JULIO

LA RENOVACIÓN DE LA MENTE
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la

renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea

la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” Romanos 12:2.

Aunque nuestra naturaleza es nueva debido a nuestro hombre interior,

nuestra mente debe ser renovada. Cuando Dios hace algo en nosotros

nuestra mente no siempre nos acompaña. Estamos acostumbrados a usarla

erróneamente. Nuestra mente está acostumbrada a tomar información de

nuestros cinco sentidos. Nuestras percepciones sensoriales han influido en

nuestra manera de pensar más de lo que pensamos. Construimos nuestra

vida con la impronta que hemos recibido de este mundo, y nuestro

ambiente es en esencia de este mundo. En el mundo lo normal es la

incredulidad, no la fe. Es natural ser egoísta, no lleno de amor. Es natural

tener miedo, no lleno de esperanza. Es natural ser negativo, no positivo.

Todo ello se encuentra en la esencia de este mundo y en nuestra carne.

Esto significa que cuando empezamos a seguir a Jesús nos dirigimos

justamente en dirección contraria al mundo. En lugar de caminar por lo que

vemos, empezamos a caminar por la fe. En vez de mirar lo externo,

empezamos a mirar lo que Dios nos ha mostrado en nuestro corazón. En

vez de escuchar a todos los que nos rodean, todas sus palabras negativas,

empezamos a atender a la Palabra de Dios. Entonces nuestra mente

empieza a reaccionar contra todo ello. Reacciona inmediatamente antes de

que Su palabra se asiente en el trono (nuestro corazón, el hombre interior)

y nos gobierne. Nuestra mente es limitada. No puede ver todas las

soluciones. Está continuamente limitada por lo que ve, oye y siente. Por

esto tiene que ser renovada, de otra forma vendrá a chocar con nuestra

vida interior. La mente se interpone en el camino a lo que Dios quiere hacer

y le limita. Pero una mente sometida a Dios está abierta totalmente para

recibir nuevas posibilidades.

Ulf Ekman

ORACIÓN:
Gracias Señor porque me ayudas a renovar mi mente

para que no obstaculice tus planes. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

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