domingo, 7 de agosto de 2011

DEVOCIONAL DÍA 20 DE JUNIO

LA HERENCIA EN CRISTO

“Pido que Dios les ilumine la mente para que sepáis cual es la

esperanza a la que han sido llamados, cuán gloriosa y rica es la

herencia que Dios da al pueblo santo” Efesios1:18
(Versión Dios Habla

Hoy).

Una herencia es algo maravilloso, pero a la vez es algo triste. Imparte

mucha bendición, pero a la vez significa que algún pariente cercano se ha

ido. No se suelen recibir herencias de un extraño o de un enemigo. O sea,

que hay que pagar un precio. Alguien cercano se ha ido.

La herencia se apoya en un testamento. Sin las instrucciones del

testamento no se sabe quién ni qué va a heredar. Suelen surgir desórdenes,

envidias y avaricias entre los herederos. Pero si el testamento es claro y

todo está reconocido, todos saben lo que tienen que recibir. Dios lo hace de

la misma manera. Él nos ha reconocido como herederos. Realmente somos

coherederos. El heredero realmente es Jesús, Él es el principal heredero.

Pero nosotros somos hijos –de Dios- y también somos herederos. Herederos

de Dios y coherederos con Cristo. Si es que padecemos con Él, para que

juntamente con Él podamos ser glorificados (Romanos 8:17).

En Cristo hemos sido hechos partícipes de una gran herencia. El Hijo ha

heredado el Reino del Padre. Pero en este caso es el Hijo el que ha muerto.

¿Por qué? Porque el Padre quiere hacernos coherederos a nosotros que

teníamos otro padre: el Diablo. Por medio de la muerte de Jesús pudo Dios

Padre adoptarnos legalmente y darnos participación en Su naturaleza. De

esta forma quedamos jurídica y “genéticamente” hechos coherederos con

Jesús. Tenemos parte en la herencia celestial. Lo que la herencia contiene

está en el testamento. Necesitamos ojos que puedan leer y al Ayudador

para que nos lo interprete y nos de la capacidad legal para hacernos cargo

de lo que hemos heredado. Este Ayudador se llama Espíritu Santo.

Ulf Ekman

ORACIÓN:
Gracias Señor porque me has incluido en Tu testamento y

me has hecho heredero. Ayúdame para poseer la parte de la

herencia que me corresponde. En el Nombre de Jesús
¡AMÉN!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.