miércoles, 3 de agosto de 2011

DEVOCIONAL DÍA 16 DE JUNIO

TODO LO HAS PUESTO BAJO SUS PIES

“La cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole

a su diestra en los lugares celestiales,
sobre todo principado y

autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra,

no sólo en este siglo, sino también en el venidero;
y sometió todas

las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a

la iglesia,
la cuál es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo

llena en todo” Efesios 1:20-23.

Jesús está sentado en el Trono celestial como príncipe victorioso. Sus

enemigos, el Diablo, los principados y las potestades del mundo espiritual

han sido vencidos y puestos bajo Sus pies. Los enemigos que diariamente

afligen este mundo y tienen cautivos y atacan a los cristianos ya han sido

vencidos. Jesús ha triunfado sobre ellos en la cruz. Lo que el ladrón hace,

cuando roba, mata y aniquila, lo hace ilegalmente.
En y por la victoria de

Jesús sobre el enemigo y sus huestes en los aires, han sucedido dos cosas.

En primer lugar, la Iglesia en Cristo ha sido puesta sobre todo principado

espiritual y dominio de este mundo. Aunque tú y yo nos sintamos muy

pequeños, tal vez como un poco de piel sobre un dedo del pie del cuerpo de

Cristo, aún así, estamos en el Cuerpo, y por ello, sobre toda potestad del

enemigo, ya que él está bajo los pies de Jesús. Independientemente de lo

que veas a tú alrededor necesitas ver esto:
estás por encima y no por

debajo.

Lo segundo que acontece, es que tú y yo como creyentes, hemos recibido

autoridad sobre las huestes del enemigo por medio del Nombre de Jesús

que nos la ha otorgado. Partiendo de nuestra nueva posición en Cristo,

hemos alcanzado autoridad, consentimiento, autorización para usar el

Nombre de Jesús en nuestras oraciones al Padre, como contra todos los

ataques de Satanás. El tiene que obedecer a este Nombre. ¿Por qué?

Porque Jesús le ha vencido. Porque fue obligado a rendirse bajo los pies de

Jesús. Y nosotros somos una parte del cuerpo de Jesús, así que Satanás se

ha rendido bajo nuestros pies. Esta es nuestra posición victoriosa

enormemente fuerte, la cual tenemos que saber y desde ella, actuar.

Ulf Ekman

ORACIÓN:
Dios, abre mis ojos para que pueda ver qué posición

victoriosa poseo en Jesús y enséñame a usarla cada día. En el

Nombre de Jesús
¡AMÉN!

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