TODO LO HAS PUESTO BAJO SUS PIES
“La cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole
a su diestra en los lugares celestiales,
sobre todo principado y
autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra,
no sólo en este siglo, sino también en el venidero;
y sometió todas
las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a
la iglesia,
la cuál es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo
llena en todo” Efesios 1:20-23.
Jesús está sentado en el Trono celestial como príncipe victorioso. Sus
enemigos, el Diablo, los principados y las potestades del mundo espiritual
han sido vencidos y puestos bajo Sus pies. Los enemigos que diariamente
afligen este mundo y tienen cautivos y atacan a los cristianos ya han sido
vencidos. Jesús ha triunfado sobre ellos en la cruz. Lo que el ladrón hace,
cuando roba, mata y aniquila, lo hace ilegalmente.
En y por la victoria de
Jesús sobre el enemigo y sus huestes en los aires, han sucedido dos cosas.
En primer lugar, la Iglesia en Cristo ha sido puesta sobre todo principado
espiritual y dominio de este mundo. Aunque tú y yo nos sintamos muy
pequeños, tal vez como un poco de piel sobre un dedo del pie del cuerpo de
Cristo, aún así, estamos en el Cuerpo, y por ello, sobre toda potestad del
enemigo, ya que él está bajo los pies de Jesús. Independientemente de lo
que veas a tú alrededor necesitas ver esto:
estás por encima y no por
debajo.
Lo segundo que acontece, es que tú y yo como creyentes, hemos recibido
autoridad sobre las huestes del enemigo por medio del Nombre de Jesús
que nos la ha otorgado. Partiendo de nuestra nueva posición en Cristo,
hemos alcanzado autoridad, consentimiento, autorización para usar el
Nombre de Jesús en nuestras oraciones al Padre, como contra todos los
ataques de Satanás. El tiene que obedecer a este Nombre. ¿Por qué?
Porque Jesús le ha vencido. Porque fue obligado a rendirse bajo los pies de
Jesús. Y nosotros somos una parte del cuerpo de Jesús, así que Satanás se
ha rendido bajo nuestros pies. Esta es nuestra posición victoriosa
enormemente fuerte, la cual tenemos que saber y desde ella, actuar.
Ulf Ekman
ORACIÓN:
Dios, abre mis ojos para que pueda ver qué posición
victoriosa poseo en Jesús y enséñame a usarla cada día. En el
Nombre de Jesús ¡AMÉN!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.