martes, 2 de agosto de 2011

DEVOCIONAL DÍA 3 DE JUNIO

LA VIDA NUEVA


“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las

cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”

2ªCorintios 5.17



Todo este establecimiento o campaña de reivindicación que Dios

había planeado y realizó por nosotros por medio de Jesús en la cruz,

por su muerte y resurrección, en realidad, es solamente

el principio.



La base de aquello que iba a venir después:

la nueva vida en el



Espíritu.

La cruz es la maravillosa puerta de entrada a la vida del



Espíritu. Sin la muerte de Jesús no hay ninguna vida en Dios. Sin la

cruz, no habría derramamiento del Espíritu.

Pero la intención de la cruz era que la nueva vida empezara a

formarse -gestarse- en los hijos de Dios. Es algo muy trágico cuando

los creyentes cambian la

redención por una vida en el Espíritu. La



una está condicionada a la otra. La una está como fundamento –

cimiento- de la otra. Cuando el fundamento:

la redención, es



puesto, tiene sentido que la otra,

la nueva vida sea vivida. Tú no



puedes vivir como antes de llegarte a la cruz. No estamos al pie de la

cruz como si no hubiéramos sido redimidos. Y a partir de ahí, tú

necesitas diariamente la cruz, la sangre y el perdón. Tú vives a través

de la cruz, por causa de la cruz y debido a la cruz.

Has recibido una nueva vida para vivirla, investigarla y administrarla.

La vida vieja ha pasado, la nueva ha llegado

¡todo ha sido hecho



nuevo!

Ahora eres una nueva criatura. En la creación, Dios creó al



hombre que después cayó en pecado. En la nueva creación crea para

él una criatura que toma parte de Su misma vida para vivir

eternamente con Él. Su identidad es cambiada: de

pecador a justo.



De una mala conciencia a una buena conciencia. De tinieblas a la luz,

de inmundicia a santidad.

¡Eres una nueva criatura en Cristo



Jesús!

ORACIÓN: Gracias Señor porque Tú me has hecho una nueva

criatura en Cristo Jesús. Ayúdame para identificarme con esa

nueva vida que he recibido de ti. En el Nombre de Jesús

¡AMÉN!

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