lunes, 22 de agosto de 2011

DEVOCIONAL DÍA 24 DE JULIO

EL TRABAJO DE NOÉ

“Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que

aún no se veían, con temor preparó el carca en que su casa se

salvase, y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la

justicia que viene por la fe”

Hebreos 11:7

Dios habló a Noé de hacer algo que ningún hombre antes había hecho.

Nadie había construido un arca. Nadie había necesitado un arca ni nadie

sabía siquiera lo que era un arca. Pero Noé obedeció a Dios. Él era sensible

a la época en que le tocó vivir. Mientras todos los demás pensaban que todo

discurriría como siempre, Noé se preparaba para un cambio. Caminó en la

revelación y el conocimiento del tiempo que le tocó vivir. La fe fue para él

obedecer lo que Dios le había hablado y trabajar para Él. Noé sabía que el

diluvio venía. La construcción del arca fue un testimonio público de que algo

iba a suceder. No se construyó en un puerto, sino lejos, tierra adentro.

Durante cien años cada golpe de martillo anunciaba a la gente que el diluvio

iba a venir. Tal vez se acostumbraron a oír los golpes hasta el día en que los

golpes callaron. Entonces ya era demasiado tarde para involucrarse en el

mensaje que los golpes de martillo anunciaban. Cien años trabajó Noé.

Nadie, excepto su familia, siguió su ejemplo.

Muchos podrían haber construido un arca, pero emplearon su tiempo en

burlarse de Noé por su construcción. Tomó mucho tiempo hasta que el arca

estuvo acabada. Días, meses, años, todo un siglo. Cien largos años de

gracia para la gente, pero largos, esforzados y trabajosos años para Noé.

Pero la revelación era cierta, el diluvio vino, el arca funcionó y el cometido

se cumplió. Para Noé la fe fue una larga vida de trabajo y obediencia a la

palabra que Dios le había dado, y por medio de la fe condenó al mundo y

heredó la justicia que proviene de la fe.

Ulf Ekman

ORACIÓN:
Gracia Dios mío porque siempre al final sucede como Tú

has dicho. Ayúdame para que mi fe funcione hasta que el trabajo

esté concluido y la respuesta a la oración llegue. En el Nombre de

Jesús
¡AMÉN!

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