lunes, 22 de agosto de 2011

DEVOCIONAL DÍA 15 DE AGOSTO


EL REINO DE LOS CIELOS ES SEMEJANTE A UNA RED

“Así mismo el reino de los cielos es semejante a una red, que

echada en el mar, recoge de toda clase de peces;
48y una vez llena,

la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo

malo echan fuera.”

Mateo 13:47-48

El reino de los cielos es realmente un reino. Jesús dice que está en nuestro

interior. Se realiza en nosotros cuando aceptamos a Jesús y somos

partícipes del Espíritu Santo. Pero el reino de los cielos es sobre todo para

un futuro. Es un reino que vendrá. Es un reino del futuro. Todos los demás

reinos del mundo se convierten en historia, pero el reino de los cielos no.

Este dura para siempre. Cuando venga definitivamente será para

permanecer. ¿Cuándo vendrá? Vendrá cuando esta época actual termine.

Entonces, cuando este tiempo, el tiempo de los gentiles termine, acontecerá

una tremenda separación. Jesús asemeja este tiempo a peces que entran

todos en la misma red y luego se clasifican.

Al final de los tiempos el mundo, cada ser humano, está atrapado en esta

red. Cada persona es un ser eterno, independientemente de lo que el

mundo diga. La mentira de que la vida termina con la muerte natural ha

arruinado más vidas que ningún otro pensamiento. La vida no se acaba con

la muerte. Es entonces cuando empieza la vida en serio. Y esto es para

todos. Jesús habla de una gran separación al final de los tiempos. ¡Entonces

los ángeles separarán a los impíos de los justos! En Mateo 13:42 Jesús dice

que los impíos serán echados en el horno de fuego ardiendo. Jesús deja

totalmente claro que, de la misma manera que hay una vida eterna
en Dios,

hay una condenación eterna
sin Dios. Uno puede perderse eternamente.

Existe una eternidad sin Dios, lejos de Él. Una condenación eterna por el

pecado, la impiedad y la anarquía que yo permito que me gobierne, dirija,

motive y haga de ello mi propósito de vida y entidad.

Si a pesar del llamamiento amoroso del Señor no queremos saber nada,

esperemos las consecuencias eternas de ello. La red que se echará al final

de los tiempos será el juicio entre Dios y cada ser humano. Todos en esta

vida estamos frente a una elección. Y todos nos enfrentaremos a las

consecuencias de nuestra elección.

Ulf Ekman

ORACIÓN:
 Gracias
Dios mío por tu justicia amorosa y perfecta.

Gracias porque en tu reino no existe el mal. En tus manos

encomiendo mi vida. En el Nombre de Jesús
¡AMÉN!

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