domingo, 7 de agosto de 2011

DEVOCIONAL DÍA 23 DE JUNIO

LA GUERRA ESPIRITUAL

“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes

contra las asechanzas del diablo.
12Porque no tenemos lucha contra

sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra

los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes

espirituales de maldad en las regiones celestes” Efesios 6:11-12.

Tenemos una posición victoriosa donde estamos sentados con Cristo. A

pesar de ello, debemos estar firmes contra los astutos zarpazos del Diablo.

Tenemos completa victoria
en y por Cristo Jesús. Sin embargo, tenemos

que luchar. Pero no luchamos desde una posición incierta, sino desde una

posición de victoria. La batalla está ganada pero la indisciplinada “tropa” de

ocupación no ha terminado de disparar. La acción de depuración y limpieza

del planeta Tierra y su liberación falta por realizarse y es importante que lo

tengamos en mente teniendo nuestra vista puesta en Jesús. Él tiene la

victoria plena y tiene todo bajo control.

Aún así, debes vestirte de la armadura de Dios. Sin ella serás alcanzado por

las flechas y dardos del enemigo. La armadura te da una protección que sin

ella no la tendrías. Por más leal que un soldado sea a su patria y por más

sacrificado que sea para defenderla, no deja de ser un bocado fácil sino

tiene armas, pertrechos y protección. Es lo mismo en el mundo espiritual.

Aún estando rendidos al amor del Señor debemos obedecer a la

recomendación de vestirnos con toda la armadura, de lo contrario podemos

ser derrotados por el enemigo.

Se está librando una lucha espiritual sobre este mundo entre las potestades

y en el último tiempo se decidirá la batalla. Claro que nosotros conocemos

el resultado, Jesús ha ganado la victoria, pero esto no conlleva que nosotros

nos quedemos de brazos cruzados. Al contrario, Pablo nos exhorta

fuertemente a que tomemos cada arma de que disponemos para

contrarrestar la agresión. A Timoteo le dijo:
“Sufre como buen soldado

de Jesucristo” 1ªTimoteo 2:3.

Ulf Ekman

ORACIÓN: Gracias
Señor, porque Tú me has dado toda la armadura

espiritual que necesito para pelear la batalla que se libra a mi

alrededor. Gracias que Tú victoria es suficiente para mí. En el

Nombre de Jesús
¡AMÉN!

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