LA CORAZA DE JUSTICIA
“…Y vestidos con la coraza de justicia” Efesios 6:14b.
Bajo el cinturón, desde la cintura, sobre el tronco, por el pecho y alrededor
de los hombros, se colocaba la coraza el soldado romano. Estaba decorada,
a veces, y se diferenciaba según el rango o regimiento. Pero tenía siempre
la misma e importante función: proteger del sablazo, las flechas o dardos
que se lanzaban con gran fuerza. El soldado siempre vivía preparado para
cualquier ataque o emboscada. El ejército estaba dividido en legiones, tropa
y centurias. En una centuria iban 80 hombres, la legión constaba de 6.000.
Esos 80 hombres iban formados como un cuadrilátero y tenían un tipo de
fuerza enorme. Se mantenían unidos todo el tiempo y nunca peleaban
solos, o individualmente, y jamás de manera espontánea. Siempre se
mantenían bajo las órdenes. Continuamente y con minuciosidad se
controlaba el armamento. La coraza se adaptaba a la forma del cuerpo y no
era tan inapropiada como lo fue después en la Edad Media, que no eran
impenetrables y el soldado tenía que estar continuamente pendiente de su
protección. La coraza protegía los órganos vitales: el corazón, los pulmones
y las entrañas.
La coraza de justicia nos protege el más importante órgano, la vida interior,
el corazón. Por medio de la fe que sale del corazón se alcanza la
justificación. Sin esta coraza, sin saber que hemos sido justificados en
Cristo, caemos fácilmente bajo la ley y las acusaciones del
fiscal y nos
hundimos rápidamente bajo la culpabilidad. La culpabilidad es a veces un
gancho contra el cristiano. Aquel que tiene una conciencia muy sensible y
desea ser siempre sincero y amable puede llegar a creer todo lo que le
disparan. Muchos han recibido acusaciones del enemigo y se han hundido
en reproches y acusaciones contra sí mismos.
La coraza de justicia nos
protege contra todo esto.
Ulf Ekman
ORACIÓN:
Gracias Señor porque la coraza de justicia cuida mi
conciencia, la fe en mi corazón y la vida del Espíritu en mi ser. Tu
justicia me declara libre de toda culpa y Tu sangre me limpia de
todo pecado. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.