AMOR INCONDICIONAL
“Pero Dios que es rico en misericordia, por su gran amor con quenos amó…”
Efesios 2:4
La mente humana inconversa y nuestra carne, tienen dificultad para
comprender el amor de Dios. Tenemos muy interiorizado que todo nos lo
debemos ganar. Estamos programados para responder contra las acciones
de otros. Si estas son amables, somos amables. Si son agresivas, nos
ponemos agresivos. Continuamente sentimos la necesidad de reafirmarnos
y podemos pasar años en amargura y rencor si creemos que hemos sido
maltratados. La vida de toda la humanidad parece girar en torno al trabajo
y la recompensa. La zanahoria y el palo, la acción y la reacción.
Debido a que esta condición la tenemos tan arraigada en nuestros genes y
en nuestras mentes, e impregna toda nuestra vida, nos es tan difícil
entender el amor de Dios. Nos cuesta comprender cuán incondicional es Su
amor. Que Dios nos ama con un amor verdaderamente genuino. El nos ama
por amor a Cristo. Él nos ve a través de Cristo. Hemos sido revestidos de
Cristo y cuando Dios nos ve, Él ve a Su Hijo amado en quien tiene Su
complacencia (Mateo 3:17). Y cuando hemos entrado en Su disfrute por
medio de lo que Dios ha hecho por nosotros en la cruz, somos sus amados
hijos e hijas en los que verdaderamente se complace.
Es fácil andar todavía sintiendo culpa en vez de agradecimiento. Mirar
nuestra incapacidad en vez de Su capacidad. Mirar nuestros fracasos en vez
de los éxitos que Él consiguió para nosotros. Solamente cuando en lo
profundo de nuestro ser aceptemos (
esto es fe realmente) que Dios
verdaderamente nos ama, que cuenta con nosotros y quiere tener una
verdadera relación y comunión con sus hijos, debemos primeramente
comprender y recibir el amor incondicional de Dios hacia nosotros. Y
también permitir que ese amor fluya hacia fuera para otros sin que
continuamente demandemos algo a cambio.
Ulf Ekman
ORACION:
Padre querido, gracias porque me amas
incondicionalmente. Gracias porque no exiges la perfección en mí
continuamente sino que Jesús es perfecto para mí. Tú sabes que yo
soy polvo, sin embargo, Tú quieres tener relación conmigo y
usarme. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.