DEVOCIONAL DÍA 21 DE JULIO

UNA FE QUE CRECE

“Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás”

 2ª Tesalonicenses 1:3

Tu fe no es estática. O crece o disminuye. La voluntad de Dios es que crezca y se multiplique. El plan de Dios es que vivas cerca de Él hoy, como hiciste ayer. El deseo de Dios es que confíes más en Él hoy de lo que lo hiciste ayer. Dios desea que tu fe esté más activa hoy, que funcione y se extienda más hoy de lo que lo hizo ayer. Así era en la Iglesia de Tesalónica. Era una Iglesia nueva, tal vez de unos pocos años, cuando Pablo les escribe esta carta. Él comenta que la fe de ellos en el Señor había sido conocida por todas partes. Habían llegado a ser ejemplo para otros creyentes.

En la segunda carta que les dirige a los tesalonicenses, Pablo da gracias a Dios porque la fe de estos hermanos había crecido poderosamente. No habían estado quietos ni habían ido hacia atrás. Así quiere el Señor que ocurra también con tu vida. Todos tenemos lados fuertes y débiles. Nos es más fácil creer a Dios en ciertas áreas de nuestra vida que en otras. Desarrolla esas áreas donde eres fuerte. No te desanimes por esas áreas donde vas más lento o sufres derrotas. Permite entonces que tu parte fuerte sea como una locomotora que tira del resto de los vagones. Alimenta tus áreas productivas. Permite que la Palabra de Dios enraíce más en ti y verás como tu fe crece mucho más fortalecida. La fe mira a Jesús, escucha Su voz, se aferra a ello y no lo suelta hasta que se hace realidad en nuestra vida. Cuanto más crece tu fe, más verás las cosas desde la perspectiva de Dios, y más respuestas recibirás a tus oraciones. Realmente no existe límite para el crecimiento de tu fe, ni del fruto que pueda llegar a producir.

Ulf Ekman

ORACIÓN: Gracias Señor porque Tú deseas que mi fe crezca continuamente. Ayúdame a creerte más hoy de lo que lo hice ayer. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!