LA ARMADURA DE GUERRA
“Estad, pues firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad…”
Efesios 6:14ª.
El símil de la armadura de guerra está tomado del soldado romano la cual
era enormemente aterradora y efectiva en la batalla. Toda la armadura
estaba sustentada por un cinturón. Del cinturón pendían diferentes
pertrechos. El cinturón ceñía la vestimenta que protegía su vida y a la vez
servía para sostener todo lo demás. Sin el cinturón nada en la armadura se
sostenía en su sitio. Sería imposible para un soldado luchar sin él. En
definitiva, el cinturón era vital para que el soldado pudiera funcionar.
Nosotros hemos recibido el
cinturón de la verdad el cual debemos ceñirnos.
Jesús es la Verdad, así que es de Él de quien debemos revestirnos.
Poncio Pilatos preguntó:
“¿qué es la verdad?” Muchas personas creen
que la verdad no existe, que la verdad es solamente lo que es justo para ti,
y ahora, en esta situación. Lo que es verdad para mí no es necesariamente
verdad para ti. El resultado de todo ello es una aglomeración de distintos
puntos de vista y de un ineludible caos. La verdad no es solamente relativa
o subjetiva. Hay un objetivo en el cimiento de la verdad donde todos
descansamos. La verdad emana de la misma esencia de Dios. En Él está la
verdad y de Él fluye. Y podemos aprender y saber lo que es verdadero o
falso, lo que es justo o errado.
Cuando tú te ciñes el cinturón de la verdad renuncias a todo engaño y
pides que el espíritu de revelación venga sobre ti de forma que puedas ver
lo que es verdadero o falso. Seducción, falsedad y herejías son dardos que
se disparan para que perdamos la fortaleza que el Señor nos ha dado. Es
por esto que necesitamos el
cinturón de la verdad.
Ulf Ekman
ORACIÓN:
Gracias Señor porque Tú eres la verdad, y toda la verdad
que ha sido revelada viene de Ti Ayúdame para vivir abierto en
sinceridad y en Tú verdad, En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!
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