lunes, 22 de agosto de 2011

DEVOCIONAL DÍA 20 DE JULIO

UNA MEDIDA DE FE

“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está

entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que

debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida

de fe que Dios repartió a cada uno”

Romanos 12:3

Si tú eres un hijo de Dios, eres un creyente y debido a que eres creyente

tienes fe, si no, no serías creyente. Tal vez tú no lo sientas así, pero es así.

Dios ha dado a todos Sus hijos una medida de fe. Esta medida está bien

sopesada para ti como para mí. Es como una vasija llena de semilla

depositada en tu corazón. Cuando sembramos la semilla se multiplica y

crece. Cuando usas la fe, ésta crece. A menudo nos olvidamos que la fe

que observamos en otros ha crecido durante muchos años. No debemos, ni

tampoco podemos, comparar las buenas o malas circunstancias que han

acompañado en el tiempo. No debemos tratar de medir la fe de otros.

Debemos crecer en la nuestra.

La medida de fe que Dios ha depositado en ti es suficiente para las

circunstancias que vas a enfrentar. En 1ª de Corintios 10:13 dice:
”No os

ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es

Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis

resistir,….”
¿Qué resistencia es esta? Es la medida de fe que Dios ha

depositado en ti. Por medio de esa fe, -la fe en Jesús, no la fe en uno

mismo- te llevará a través de las tentaciones o ataques. Tu capacidad por

medio de la fe depositada en tu corazón es mayor que tus capacidades

naturales, físicas o mentales. La fe de tu corazón consigue lo que ningún

entrenamiento mental o disposición general positiva pueda conseguir. Esa

fe que Dios ha depositado en ti debes alimentarla y hacerla crecer con la

Palabra de Dios. A menudo la abonamos con la duda y la fe se debilita. Si

haces lo contrario, tu fe crecerá. ¡Y no permitas que nadie te diga que no

tienes fe, tú has recibido una media de fe completa!

Ulf Ekman

ORACIÓN:
Gracias Dios mío porque no necesito pedir lo que ya

tengo. Gracias porque Tú me ayudas a hacer crecer la fe que ya me

has dado. En el Nombre de Jesús
¡AMÉN!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.