Hay un gran poder en el Nombre de Jesús. Su Nombre no es solamente
para usarlo como una frase de saludo al término de una oración. Todo lo
que Jesús es está depositado en Su Nombre. Presentarse en nombre de otro
es presentarse recayendo toda responsabilidad en el otro. Es venir con lo
que éste tiene. En un Banco un nombre tiene solvencia solamente por lo
que posee en su cuenta. El presentarse en nombre de la ley significa venir
con todo lo que la ley representa y permite realizar o llevar a cabo. El
presentarse en el Nombre de Jesús es venir trayendo consigo todo el
potencial divino. Todo lo que Jesús consiguió en la cruz por Su muerte y Su
resurrección al ascender a los cielos está representado en Su Nombre. El
nombre determina a la persona. Todo lo que la persona tiene o puede.
Puesto que Jesús nos dio autoridad para usar Su Nombre eso significa que
Él mismo es quien viene cuando lo usamos. Él ha puesto Su poder, Su
presencia, Su autoridad en Su Nombre. Satán, con todo lo que posee, tiene
que huir ante este Nombre. Él sabe que ha sido vencido por Jesús y Su
Nombre representa esa victoria. Satanás no quiere que los creyentes se den
cuenta del potencial existente en el Nombre de Jesús. Cuando oramos al
Padre, en el Nombre de Jesús por medio del Espíritu Santo, es como si
Jesús mismo hablara con el Padre. Y Jesús siempre recibió respuesta. Jesús
no nos dijo que por nosotros mismos fuéramos y tratáramos de poner orden
en el mundo. Él nos dijo que
fuéramos por todo el mundo en Su Nombre.
Jesús dijo:
”…en mi Nombre echarán fuera demonios; hablarán
nuevas lenguas;…sobre los enfermos pondrán sus manos y
sanarán” Marcos 16: 17b y 18b.
¡Suceden cosas maravillosas en el Nombre de Jesús!
Ulf Ekman
ORACIÓN:
Gracias oh Dios, porque Tú me has dado permiso para
usar el Nombre de Jesús. Este Nombre es sobre todo nombre y ante
Él deben inclinarse todos los demás. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN
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