lunes, 29 de agosto de 2011

DEVOCIONAL DÍA 28 DE AGOSTO



PODER AMAR A NUESTROS ENEMIGOS


“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” Mateo 5:44.


El amar a los amigos va bien. Lo peor es a los enemigos o aquellos que te hacen la vida imposible. Pero cuando el Señor ocupa toda mi atención en Si mismo, el amor fluye con más libertad. La resistencia a perdonarme a mí mismo está envuelta en una falsa superioridad moral. Yo debo entender que estaba en bancarrota cuando el Señor vino a mí. Pero cuando hemos tocado fondo, al final, Jesús está ahí diciéndonos: “Quieres seguir mirándote a ti mismo o quieres mirarme a Mí”. Cuando permites al Espíritu Santo ayudarte para poner tu vista en Jesús, quien dijo:”Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34), y miras a Sus ojos, recibes el poder que viene de Él para poder perdonarte a ti mismo. De la quiebra pasas a la restauración.

A partir de ahí, uno tiene otra imagen de los demás. No son por más tiempo un medio, sino una meta. No son una amenaza, sino una oportunidad. No nos arruinan los planes, sino que ellos son los planes. Después, cuando nos encontramos con personas difíciles, problemáticas, irascibles, vulgares y hostiles al momento surge en nuestro interior, no del exterior, la comprensión de que se han cruzado en mi camino para bendecirlos. Ahora hay una libertad en mi ser que hace que no vea todo en primer plano y disociado, o sea, amenazante y rechazable. Esos que llegan, son personas que ama el Señor y Él me da el poder para algo más que soportar. Poder para amar, para responder de acuerdo al reino de Dios no a mi reino. Desde lo mejor de Dios, no desde mi esfuerzo. De acuerdo a los propósitos de Dios, no a mis fines. El egoísmo con todos sus temores de que se pueda tejer una cápsula alrededor de nuestra vida y la asfixie, explota, y el amor de Jesús brota incalculablemente. El río de la vida se encuentra ahora con todos los que hay dentro de su cauce.

Ulf Ekman


ORACIÓN:
Te doy gracias Señor porque en Ti no hay nadie que no sea digno de ser amado. Ayúdame a vivir de esta manera. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.