LA MUERTE Y LA VIDA ESTÁN EN TU LENGUA
“La muerte y la vida están en poder de la lengua. Y el que la ama
comerá de sus frutos”.
Proverbios 18:21
Cuando Dios creó el mundo pronunció Su palabra y se realizó. Cuando creó
al hombre le dio la facultad de hablar y comunicarse. A partir de ahí, el
hombre habla y se comunica de muy diferentes maneras. Diariamente a
nuestro alrededor circulan ríos de palabras. Hoy vivimos en una sociedad de
medios de comunicación. Como nunca antes nos asaltan chorros de
palabras que nos influyen, desafían, inducen y tratan de seducirnos. Por la
caída en el pecado vino la mentira al mundo, y la palabra como medio de
comunicación vino a ser sospechosa. Escuchamos excesos, propaganda,
mentiras y cosas deshonestas. Hemos llegado a tener una inflación de
palabras. Esto hace que nos tomemos las palabras a la ligera. Sabemos que
a menudo decimos pero no hacemos, prometemos pero no cumplimos. Por
eso no confiamos de veras en la palabras de otros ni tampoco en lo que
Dios dice o promete, no es de extrañar que la
primera serpiente dijera al
hombre:”
¿Con que Dios os ha dicho…? Sembró la duda en la palabra de
Dios.
Pero nosotros hemos comprendido que la palabra de Dios está llena de vida
y poder y que Él nos ha creado con la facultad de hablar la mismas
palabras. La palabra es como un contenedor. Puede contener de todo, lo
mismo positivo que negativo. Pero ella transmite lo que hay en nuestro
corazón. De lo que el corazón está lleno habla la boca. ¿Está nuestro
corazón lleno de vida?, hablamos palabras de vida. ¿Está nuestro corazón
lleno de muerte?, hablamos palabras de muerte. Las palabras que hablamos
transmiten esto a los que las oyen. Las palabras no son solamente
palabras, sino un producto (germen). Así que debemos controlar lo que
deseamos que nuestras palabras produzcan.
Ulf Ekman
ORACIÓN:
Gracias Señor porque me has dado un poderoso medio
que puede producir frutos sobrenaturales. Permite que mi corazón
esté lleno de Tu vida, Tu palabra y Tus planes. En el Nombre de
Jesús ¡AMÉN!
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