DEVOCIONAL DÍA 13 DE JULIO

LLEVANDO CAUTIVOS TUS PENSAMIENTOS

“Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino

poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,

5derribando

argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de

Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”

2ª Corintios 10.4-5.

No todos los pensamientos provienen de Dios, ni siquiera aquellos que

vienen revestidos de un ropaje religioso. El mundo entero está lleno de

pensamientos que han llegado a ser como grandes casas o edificios que

como la Torre de Babel se levantan contra Dios, Sus planes y Su revelación.

Cuando un hombre acude a Dios viene influenciado por esa forma de

pensar. Entonces el Espíritu Santo empieza a separar esos pensamientos en

nuestra mente. Esas fortalezas en forma de pensamientos han estado ahí

por muchos años. Estamos tan acostumbrados a pensar de una

determinada manera que no queremos cambiarlas fácilmente. Según vamos

envejeciendo nos afirmamos más en nuestras ambiciones, actitudes y

prejuicios. Hemos sido educados por años en una forma de pensar negativa,

de carencia y pobreza de pensamiento, de menosprecio y de temor.

Todo esto son fortalezas de pensamientos y actuaciones que Dios quiere

derribar y cambiar. Él quiere levantar en tu interior una nueva identidad y

una forma de pensar nueva y positiva. Cuando antes pensabas en

deficiencias y necesidades, ahora puedes pensar en posibilidades y recursos

en Cristo. Cuando tus pensamientos antes estaban llenos de temor y

negativismo, ahora piensas positivamente y con una fe expectante. Esta

obra de Dios no se efectúa en una noche. La renovación de nuestra mente

es un proceso. El objetivo es que cada pensamiento quede cautivo a la

obediencia de Cristo. Esto empieza cuando entregas tu vida mental, tu vida

emocional y tu voluntad a Cristo para que Él se ocupe de ello. Entonces Él

te revela nuevos pensamientos, ideas y planes para ti.

Ulf Ekman

ORACIÓN:

Dios mío, Tú que has creado mi mente, mi cordura y me

has dado la capacidad de pensar, ayúdame para que mi

pensamiento sea un canal para Tu reino, no un obstáculo. En el

Nombre de Jesús ¡AMÉN!