“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre,
que está viciado conforme a los deseos engañosos,
23y renovaos en
el espíritu de vuestra mente” Efesios 4:22-23.
Tu mente es como el tablero de dibujo de un arquitecto. Primero se ha
trazado un montón de trazos inservibles y sucios. Y ahora surge un nuevo
diseño. Pero debido a que la mente está acoplada entre la carne y el
espíritu, sucede que o bien es Jesús, o bien nuestro
ego el que realiza el
diseño en tu mente. Por lo tanto, no solamente debes proteger tu mente
sino también debes asegurarte que recibas nuevos y frescos pensamientos
de Jesús.
En tu mente existe la fantasía, la imaginación. Esto no es nada negativo,
sino algo positivo. La fantasía es una capacidad creativa, pero con ella
puedes diseñar imágenes de cosas que todavía no existen. Tú las puedes
ver delante de ti como van a ser realmente. Si la carne usa la fantasía, los
pensamientos van a ser negativos, egoístas, sucios e impuros. Pero si el
Espíritu Santo puede santificar tu imaginación o fantasía, podrá diseñar
“bocetos” que te mostrarán lo que desea que te suceda en el futuro.
Aunque todas las circunstancias a tu alrededor hablan en contra de esto, tu
mente renovada recoge la información del Espíritu antes que la de las
circunstancias presentes. Un sueño se forma en tu interior por el Espíritu
Santo que te habla con un lenguaje más claro y diáfano que ningún otro.
Sólo una mente renovada es capaz de sostenerse en el sueño que Dios le
da. Sólo una mente renovada es capaz de estar por encima de las
deficiencias diarias, imperfecciones y preocupaciones. Sólo una mente
renovada, frente a las contrariedades, todavía es capaz de soñar,
desarrollarse y vivir en las visiones que Dios da. Y es entonces cuando estas
visiones se realizan.
Ulf Ekman
ORACIÓN:
Gracias Señor porque santificas y renuevas mi fantasía,
mi imaginación, de modo que ella pueda recibir y llevar tus sueños y
verlos convertidos en concreta realidad. En el Nombre de Jesús
¡AMÉN!
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