“Escogiendo –Moisés- antes ser maltratado con el pueblo de Dios,
que gozar de los deleites temporales del pecado,
26teniendo por
mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los
egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.
27Por la fe
dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como
viendo al Invisible” Hebreos 11:25-27.
Dios siempre ha levantado a personas que han ido
contracorriente. Moisés
fue uno de ellos. Tú también lo eres. Moisés tenía la naturaleza del salmón.
Así como el salmón nada contra la corriente, por el río, arriba hasta su
nacimiento o fuente. Algo dentro de ti desea hacer la misma cosa. Y hay
otra parte de ti que quiere ir
con la corriente. Pero inclusive eso que está
muerto dentro de ti quiere irse con la corriente. Sin embargo, para ir
contra
corriente
solo pueden nadar quienes posean una naturaleza vigorosa y
fuerte. Moisés era uno de ellos. Tan pronto supo su procedencia, su pueblo,
su herencia y su destino Egipto dejó de tener sentido para él. Cuando tú y
yo vemos nuestro destino celestial, el sistema de este mundo carece de
sentido alguno para nosotros. Estamos de camino hacia otro país. El
príncipe de este mundo,
Faraón, quiere retenernos. Nos permite de buen
grado ser creyentes, solamente que no dejemos el espíritu de este mundo y
su sistema.
Muchos cristianos toman sus decisiones, establecen sus prioridades y hacen
sus elecciones de acuerdo a lo que mejor les conviene según las ideas y
prescripciones que
Egipto, el mundo, dictan. Y siendo amigos del mundo
nos convertimos en enemigos de Dios. Pero esto no le sucedió a Moisés, él
tenía su vista puesta en el galardón. No permitió que los tesoros de Egipto,
su confort y disfrute pecaminoso pudieran retenerlo. No se preocupó de la
ira de Faraón. Para Moisés era más importante temer a Dios, y el temor a
Dios significa obedecerle. Para Moisés, la libertad en medio de la
persecución era más importante que las comodidades en cautividad. La
libertad tiene un precio y la oposición también es grande. Pero aquellos que
se atreven a comprometerse son libres, y al igual que Moisés, llevan a miles
de personas consigo hacia la libertad que Dios ha dado a todos aquellos que
confiesan Su Nombre.
Ulf Ekman
ORACION:
Gracias Jesús, porque Tú tienes una libertad y una vida
que por nada vale la pena arriesgarse a perderla. Ayúdame para
escoger vivirla con Tu pueblo antes que un poco de tiempo en los
placeres mundanos. En Tú Nombre ¡AMÉN!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.