“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos
han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de
aquél que nos llamó por su gloria y excelencia,
4por medio de las
cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por
ellas lleguéis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo
huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la
concupiscencia” 2ª Pedro 1:3-4.
Cuando Dios sopló Su Espíritu en nosotros recibimos vida, justamente como
Adam recibió la vida cuando Dios sopló en él. El Espíritu de Dios viene a
nosotros y por su Espíritu recibimos “participación” en la naturaleza divina.
Como creación de Dios siempre hemos tenido algo de Él mismo sobre
nosotros. Hay una mano creadora que ha puesto su firma y sello sobre su
creación. Pero esto no es suficiente para mi entrada al cielo. Mi corazón
tiene que ser “circuncidado”, yo debo nacer de nuevo. Cuando esto sucede,
se crea en mí un hombre nuevo, que es creado a la imagen de Dios. El
propio derecho de herencia me es atribuido por medio del Espíritu Santo. La
filosofía de la Nueva Era trata de que los hombres se imaginen que son
dioses. Pero no lo somos.
Dios es Dios y sólo Él, nadie más. Pero por el nuevo nacimiento venimos a
ser hijos de Dios y como tales, somos partícipes de Su naturaleza. Nos
convertimos en Sus hijos, no solo legalmente como los adoptados, sino
orgánica, y genéticamente. Es esta naturaleza,
Cristo en nosotros, con la
que tenemos que identificarnos. El Diablo trata por todos los medios de
impedirte que te identifiques con lo que eres en Cristo y lo que tienes en Él.
Satanás sólo desea que mires tus debilidades o problemas y que de ninguna
manera te identifiques con las soluciones y elogios que Cristo te prodiga. El
hombre exterior fenece, pero el hombre interior se renueva día a día. Es ahí
donde Dios puso todo lo que necesitamos. Ahí recibimos la comunicación
fluida con Dios. De ahí nos llega toda la fuerza, sabiduría y amor que
necesitamos.
Ulf Ekman
ORACIÓN:
Dios mío, ayúdame a entender lo que significa estar tan
cerca de Ti que he recibido la naturaleza tuya por medio de
Jesucristo. Ayúdame para poder identificarme con Jesús. EN SU
NOMBRE ¡AMÉN!
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