DEVOCIONAL DÍA 4 DE OCTUBRE

ESPÍRITU DE LIBERTAD

“Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”.

2ª Corintios 3:17

Lo que cada uno somos es notorio a nuestro alrededor. Lo que tenemos es lo que damos a otros. Donde está el Espíritu del Señor allí hay libertad. En consecuencia, el Espíritu de Dios es el Espíritu de libertad. Cuando entramos en contacto con ciertas personas podemos sentirnos tensos, incómodos, temerosos o inseguros. Te sientes como si su propia falta de libertad te atrapara a ti también. Pero no es así con el Espíritu de Dios. Cuando el Espíritu nos toca crea libertad en nuestra vida.

Libertad no es hacer lo que yo quiera, cuándo y cómo quiera. Libertad no es sólo libertad de algo, sino libertad para algo. Libertad no es una falsa independencia, sino encontrar la forma de vida correcta, entrar a vivir una vida equilibrada y armoniosa, encontrar el camino al hogar, convertirse en la persona que realmente es, entrar en su justo elemento. Cuando el Espíritu del Señor logra hacer Su obra en ti y en mí entramos en el descanso. Dejamos de sentirnos inquietos o frustrados. Encontramos el verdadero descanso en Dios. Cuando vivimos en la obediencia de la fe y permitimos al Espíritu de Dios quitar de nosotros las falsas expectativas y ambiciones entramos en la verdadera libertad.

Luchar tratando de ser algo que Dios no ha pensado para nosotros viene a ser muy pesado y nunca aporta paz. Por eso es tan importante que yo permita al Espíritu de Dios hacer Su obra en mí. Él determina los pasos a seguir. Yo no necesito saberlo todo. Solamente debo tomar un día a la vez en comunión con el Espíritu Santo. Él vendrá en mi ayuda. Él me guiará. En Él reside toda la libertad que necesito y será liberador y glorioso el tiempo en Su compañía.

Ulf Ekman

ORACIÓN:

Gracias Señor por toda la libertad que quieres traer a mi vida a través del Espíritu Santo. Gracias que en Ti tenemos verdadera libertad. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!