DEVOCIONAL DÍA 11 DE NOVIEMBRE

JÚBILO EN LA PRESENCIA DE DIOS

“Tres veces cada año aparecerá todo varón tuyo delante del Señor tu Dios en el lugar que El escogiere en la fiesta solemne de los panes sin levadura, y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta solemne de los tabernáculos. Y ninguno se presentará delante del Señor con las manos vacías; ¹⁷cada uno con la ofrenda de su mano, conforme a la bendición que el Señor tu Dios te hubiere dado”.

Deuteronomio 6:16-17

La vida espiritual no es solamente trabajo y privaciones. Es también alegría y júbilo. El que anda delante de la faz del Señor sabe lo que es el júbilo. Al Señor le produce una gran alegría cuando Su pueblo se reúne delante de Él. En principio Su pueblo no viene a recibir sino a dar. No viene a recibir respuesta a su oración, ni para salir de situaciones adversas o a buscar almas extraviadas. Ellos vienen para ver a Dios y disfrutar de Su cercanía. A veces estamos tan ocupados por las preocupaciones del trabajo espiritual o por nuestras propias complicaciones que todo esto oscurece la comunión con Dios. Por eso necesitamos reglamentariamente grandes días de fiesta.

Pero el pueblo no solamente tenía estas celebraciones entre sí, sino que festejaban delante de Dios, se alegraban por lo maravilloso que EL es, traían a la memoria Sus milagros. El pueblo reavivaba su vida interior por medio de la danza, el loor y la alabanza al Señor. Permanecían por horas delante de Su rostro y se alegraban en Él. El Dios de Israel era entronizado por medio de sus alabanzas.

Esas Fiestas son solamente un pequeño reflejo de la que tendremos en el cielo. Las alabanzas serán continuas delante del trono por la eternidad. Nunca alabaremos a Dios lo suficiente; y desde lo profundo de nuestro corazón podremos manifestar lo mucho que le amamos y lo agradecidos que estamos porque Él nos ha redimido.

Ulf Ekman

ORACION:

¡Señor te alabamos y te glorificamos! ¡Te bendecimos Señor, te ensalzamos! Tú eres maravilloso. Tú eres Santo. Tú eres poderoso. Señor, gracias porque Tú nos has redimido. En el nombre de Jesús ¡AMEN!