jueves, 10 de noviembre de 2011

DEVOCIONAL DÍA 8 DE NOVIEMBRE


LO VIEJO Y LO NUEVO


“Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres. Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios“.

Romanos 11:28-29


Cuando Jesús vino, redimió a la humanidad, ascendió al cielo y envió el Espíritu Santo, empezó algo nuevo. Nació la Iglesia. Muchos de los que creyeron provenían del paganismo, o sea, de los que no tenían un trasfondo judío, algunos ni siquiera tenían conocimiento de Israel, o el Antiguo Testamento. De una forma orgullosa dieron por supuesto que habían reemplazado a Israel y que el pueblo judío no se necesitaba más. Algunos fueron tan lejos que creían que los judíos no podían ser salvos. Que eran malditos por su participación en la muerte de Jesús. Todo esto es claramente contrario a la Biblia. Fue la culpa de todos nosotros lo que llevó a Jesús a la muerte. El dio su vida voluntariamente, nadie se la quitó. Y Pablo es muy claro cuando dice en la epístola a los Romanos 11:1-2 que Dios de ninguna manera rechazó a Su pueblo Israel. Al contrario, espera una gran rehabilitación de Su pueblo. Lo nuevo da por concluido lo viejo. No lo desplaza. Somos ramas de un olivo silvestre injertadas en un olivo noble. Dios no ha reemplazado a Israel por nosotros. Sino que hemos sido injertados en Israel.


Las promesas del Antiguo Testamento no nos han sido transferidas a nosotros como si Israel ya no tuviera nada que ver con ellas. Son para el pueblo del Pacto, y las promesas sobre la tierra, la gente y sus obligaciones tienen vigencia a día de hoy. Por medio de Jesucristo tenemos parte en las promesas. Podemos tomarlas prestadas. Podemos utilizarlas pero todavía están vigentes para Su pueblo. Por su transgresión se ha enriquecido el mundo (por medio de la Iglesia), y su fracaso ha enriquecido a los gentiles ¡cuánto mayor será la riqueza que producirá su plena restauración! (Romanos 11:12). Lo viejo continúa su proceso en lo nuevo. Esto se perfecciona en Cristo y de las raíces del viejo Pacto surgen los nuevos brotes en Cristo.

Ulf Ekman


ORACION:
Gracias Padre porque Tu continúas con tus poderosas obras en Cristo. Tu no rechazas lo que has hecho antes, sino que lo perfeccionas. Tus planes sirven todavía hoy, y en Cristo han sido hechos realidad para bendición a todos los hombres. En el Nombre de Jesús ¡AMEN!

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