jueves, 24 de noviembre de 2011

DEVOCIONAL DÍA 16 DE NOVIEMBRE



FIESTA DE LAS TROMPETAS


“Y habló el Señor a Moisés diciendo: 24Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo, una conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación”.


Levítico 23:23-24


Esta fiesta se celebra a finales del año, en el otoño, e iba incluida con el día de la Expiación y la fiesta de Los Tabernáculos. Es también una fiesta de Año Nuevo según el calendario judío. La fiesta tiene un sentido profético que habla sobre un nuevo tiempo, un tiempo que viene después de que suene el último toque de trompeta. En el trascurso de la historia de la Iglesia aún no hemos llegado a ese punto del tiempo. Como referencia espiritual tenemos cumplidas las Fiestas de Pascua y Pentecostés. Esto es algo que Jesús ya ha hecho. El tiempo de Los Tabernáculos está aún por delante. Esto es algo que Jesús hará. Esta festividad es al final del tiempo de la cosecha. Simboliza que Dios desea dar a Su pueblo cosecha y descanso. Primero el trabajo de cosechar, después descanso y regocijo por el fruto en comunión con Él por toda la eternidad. Estas fiestas llegan después de largos y tórridos meses de verano. Al final de estos tiempos, después de épocas de sequía, el Señor otra vez tiene una celebración o fiesta para Su pueblo. Se juntarán de nuevo, cosecharán y entrarán a la fiesta del Señor para disfrutar de alegría y descanso. El Señor se revelará a Su pueblo. También es una celebración de la que está profetizado que habrá una cosecha espiritual de entre todos los pueblos y naciones.

La Fiesta del sonar de las Trompetas despertará y preparará al pueblo para el día de la reconciliación. Se tocaba el “shofár”, un cuerno de macho cabrío, para recordar cómo un macho cabrío tomó el lugar de Isaac en el sacrificio. Esto indica que nosotros debemos proclamar que Jesús tomó nuestro lugar. Él es nuestro cuerno de salvación. La trompeta suena para que estemos despiertos, sobrios, listos, revestidos de nuestra armadura preparada para la lucha y vencer de tal manera que el propósito de Dios sea cumplido.

Ulf Ekman


ORACIÓN:
Gracias Jesús porque Tú eres el cuerno de mi salvación y mi fuerza. Gracias porque el sonido de la trompeta en mi ser suena de forma que no adormezco ni huyo sino que gozoso y libre proclamo Tu victoria. En Tú Nombre ¡AMÉN!

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