DEVOCIONAL DÍA 12 DE SEPTIEMBRE

BAUTIZADOS EN LO SOBRENATURAL

“Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen” Hechos 2:4.

Cuando el Espíritu cayó en la Iglesia, el día de Pentecostés, comenzó su vida sobrenatural. Hasta ese momento los discípulos habían visto a Jesús hacer milagros y que por su mandato se habían realizado en su Nombre. Ahora había descendido el mismo Espíritu sobre ellos que descendió sobre Jesús. Fueron bautizados en lo sobrenatural. La vida de la Iglesia, la vida de los creyentes, tenía que tener la marca de lo sobrenatural, si no somos como cualquier otra organización.

Nuestro recurso no es la sabiduría humana, ni la experiencia, o el dinero o los contactos. Nuestro recurso es el Espíritu Santo y la diaria dependencia de Jesús. El propósito del bautismo del Espíritu Santo era sumergir en el raudal sobrenatural de vida, poder, sabiduría, amor y presencia divina a los discípulos. Jesús había prometido que ríos de aguas de vida brotarían de nuestro ser cuando tuviéramos parte en el Espíritu Santo (Juan 7:37-39).

En Hechos de los Apóstoles se nos dice cómo esas corrientes brotarían hacia el mundo y el mundo sería bendecido por ellas. Serían corrientes de sanidad y liberación. Corrientes de ciencia y revelación, de restauración, paz, perdón y comunión sobrenatural con el Dios vivo. Todo esto tuvo comienzo en Pentecostés y a partir de entonces, esas corrientes de agua viva fluyen a través de corazones hambrientos que se abren para recibirlas en todas las generaciones. La vida del Espíritu ha fructificado en tórridos desiertos por todas partes y en todos los tiempos desde entonces. El mismo caudal está fluyendo hoy para ti. La misma agua contiene bendiciones para ti y puede fluir de ti para otros hoy. Permite que fluya a través de ti hoy. Y de esta agua, de esta vida, y de la misma fuente sobrenatural y verdadera tienes todo lo que necesitas.

Ulf Ekman

ORACIÓN:

Señor, permite que fluya tu agua en mí hoy para que otros puedan beber y ser fortalecidos y bendecidos. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!