viernes, 9 de septiembre de 2011

DEVOCIONAL DÍA 8 DE SEPTIEMBRE



OBSTÁCULOS EN EL CAMINO


“Y haced sendas derechas para vuestros pies” Hebreos 12:13ª.


En el camino siempre hay obstáculos. Un obstáculo es siempre algo que me roba el ánimo, o el punto de partida para un nuevo milagro. Los obstáculos sirven para frenarte pero por el contrario, pueden ser motivo de nueva fuerza e inspiración. Un obstáculo conlleva a veces que las debilidades e imperfecciones se vean en nuestra vida, pero también puede ser motivo de que recibamos nueva gracia, nueva fuerza y sabiduría. Un obstáculo es a menudo abrumador. A veces tiene carácter de impasibilidad.

La mente humana siempre quiere soluciones fáciles y cómodas. Desea que los obstáculos desaparezcan tan pronto y sencillamente como sea posible. Pero no siempre sucede. La vida no es un juego de cumpleaños. Hay muchos ingredientes, y las soluciones a menudo son diferentes de las que habíamos pensado. No hay duda alguna de que los obstáculos deben ser removidos. Sin embargo, durante el proceso de eliminación del mismo, algo se realiza en mi vida. Presiona, golpea y machaca contra mis puntos débiles de tal forma que cuando el obstáculo ya ha sido eliminado también yo soy diferente.

Así es con cada uno que se entrena, se desarrolla o lucha por alcanzar la meta. Las debilidades del corredor se convierten en el motivo del entrenamiento exhaustivo hasta que su debilidad se fortalece. Puede llegar tan lejos, que se convierta en la fuerza del corredor en el futuro. Por lo tanto, la debilidad, la contrariedad y los obstáculos no son motivo para perder el ánimo. Algunas personas odian los problemas. Pero el problema, no es ningún problema. Son cosas que hay que resolver y siempre hay soluciones en el corazón de Dios. Por lo tanto, lo que es verdaderamente un obstáculo para pararme definitivamente puede ser transformado por la mano de Dios. Dios puede pensar en el beneficio y el uso de todo ello para hacer mucho más de lo que yo creía que era posible.

Ulf Ekman


ORACIÓN:
Señor, ayúdame a no huir de los obstáculos y problemas sino que encuentre la salida y vea las soluciones y sobre todo, que te permita hacer el milagro. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

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