martes, 6 de septiembre de 2011

DEVOCIONAL DÍA 4 DE SEPTIEMBRE



LA FIDELIDAD ES UN SELLO REAL


“Mas el fruto del Espíritu es…. fe (fidelidad V. sueca 1917 y V. española Biblia de las Américas) Gálatas 5:22-23ª.


Este es un fruto maravilloso que sabe muy dulce. En sueco la palabra fidelidad es una combinación de dos palabras: FE y CONSTANCIA. En griego la palabra que se usa para fidelidad es “pistis”, que significa lo mismo FE que FIDELIDAD. Por un lado la fe tiene en sí misma la fidelidad como ingrediente esencial. Además, la fidelidad se compone de las dos: constancia y fe. La constancia es importante. La fe es la que se aferra. Uno ha hecho su elección y no vuelve a hacerla de nuevo. Esto se aplica tanto a las promesas como a la entrega. Se aplica tanto a Dios como a las personas. La fidelidad no es egoísta.

Por el contrario, la INFIDELIDAD es totalmente egoísta. Puede decirse que la infidelidad es ser fiel solamente a sí mismo. Estoy apostando por mí, y si en algo salgo favorecido, soy fiel. Pero si no gano nada, me retiro, puesto que solo he prometido fidelidad a mí mismo. Por eso en los negocios se traicionan los socios mutuamente. Por eso se rompen los tratados de paz de las naciones. Por eso fracasan los matrimonios. Las excusas son innumerables y la culpa siempre es de la otra parte, pero detrás está la infidelidad personal. Yo soy fiel si me conviene y consigo lo que quiero, de la manera que lo había pensado, sino, traicionaré.

TRAICIÓN es tal vez algo de lo más malvado y vil que se pueda pensar. Cuando uno se entrega y se confía a otro pero éste le traiciona y se aleja, la vida se derrumba y el suelo se abre bajo los pies del traicionado. Todo viene a ser caótico. La repentina toma de conciencia de la traición, el saberse traicionado, es tremendamente devastador.

Por tanto, la traición ocupa el lugar más alto de la maldad. La fidelidad, por el contrario, es dulce y maravillosa. No te da preocupaciones y puedes confiar en el otro. La fidelidad se expande. Llena la atmósfera de una comunidad. Pasa a formar parte de la herencia por generaciones y lo mejor de todo es que el cielo está lleno de ella.


Ulf Ekman


ORACIÓN:
Señor, cuídame para no ser infiel. Permite que la fidelidad hacia Ti se aumente en mí para que ésta tenga su sello en todas las circunstancias. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

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