DEVOCIONAL DÍA 24 DE SEPTIEMBRE

EL DON DE HACER MILAGROS *

“A otro, el hacer milagros;…” 1ª Corintios 12:10ª.

Todos debemos hacer diferentes cosas, para esto necesitamos poder. Sin poder no somos capaces de nada. En el ámbito natural los hombres pueden hacer cosas fantásticas que tienen que ver con este mundo. Pero nosotros no vivimos solamente para este mundo, nosotros vamos caminando hacia la eternidad. Y hemos nacido dentro de otro reino, el reino de Dios. Por esa causa necesitamos el poder del Espíritu, no solamente para nosotros, sino para ser verdaderos testigos de otro y mejor reino. Como creyentes hemos recibido el Espíritu Santo, pero a veces necesitamos un impulso extra de poder. Por eso hemos recibido el don de hacer milagros.

Cuando alguien es sanado de ceguera es porque el don de sanidad está en función. Cuando alguien recibe un ojo nuevo es un milagro. Por medio del don de milagros se crea algo que no existe. Esto no solo se refiere a sanidades. Se aplica a todos los órdenes de la vida: cuando un trabajo misionero se expande, cuando un nuevo país se abre, o cuando una situación imposible es cambiada totalmente, es porque salta hacia fuera un raudal de poder sobrenatural. Daniel tenía fe suficiente para descansar en el foso de los leones. Sansón tenía un espíritu de fuerza sobrenatural sobre él. Lo tuvo también Gedeón. El Señor le mandó que hiriera a Madián como si fueran un solo hombre. Fue una manifestación de poder sobrenatural. En muchas situaciones, cuando somos demasiado pequeños, demasiado pocos para afrontarlas y los medios que disponemos no son suficientes, ahí el reino de Dios vence porque el don de hacer milagros entra en función.

Ulf Ekman

ORACIÓN:

Señor, gracias porque eres un Dios de poder y consejo. Tú tienes poder y sabiduría para realizar lo que revelas. Gracias porque Tú me das el poder que yo mismo no tengo. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!