lunes, 5 de septiembre de 2011

DEVOCIONAL DÍA 3 DE SEPTIEMBRE


LA VICTORIA DE LA BONDAD

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,

bondad, fe” Gálatas 5:22.

En toda leyenda gana el bueno. Todas las personas tienen un profundo e

innato deseo de que el bien triunfe. La bondad está en la cima de la escala

de valores. Cuando el amor, que es la esencia de Dios, ha sufrido deterioro

por nuestra parte, nos queda la bondad. El amor fácilmente se enmascara

en lujuria y placer egocéntrico. Por el contrario, la bondad todavía no ha

sido pervertida. Aunque realmente las personas todavía no saben bien lo

que es, ni de dónde viene, ni a qué conduce, sin embargo la tienen en alta

estima.

Nadie, excepto algunas mentes perversas, quieren ser malos. Uno desea,

busca y anhela la bondad. La bondad es preciosa y noble. La bondad es

justa y eleva al hombre. La bondad es todo lo contrario a lo bajo y

mezquino. Para muchos es como un ideal, es como el caballero de los

cuentos, que nada tiene que ver con la cruda realidad. A veces se les

considera como buenos o ingenuos a personas un tanto simples. Pero es

todo lo contrario. La astucia y la insensibilidad son locura. La bondad va

unida a la sabiduría eterna y cosecha donde ningún otro cosecha. Eleva la

mente a lo delicioso y da esperanza a las personas.

La bondad es una cualidad incorruptible, que permanece erguida y fresca en

su totalidad como el *duramen. La bondad es generosa y considerada.

Siempre tiene lugar para otro. Hace que el cojo, el lisiado y el diferente se

sientan en casa, aceptados. El necesitado recibe ayuda, el perseguido recibe

refugio. La bondad se extiende más allá de viejas rencillas y no enumera

continuamente los viejos agravios y ofensas. Por eso la bondad siempre

triunfa sobre la llama del mal. En un mundo egoísta y en tinieblas la bondad

alumbra como una clara bandera que revolotea en el viento y muestra que

todavía hay esperanza, porque Dios, que es bueno, existe.

Ulf Ekman

*Parte seca y compacta del tronco y ramas gruesas de un árbol

ORACIÓN:
Dios mío, Tú que eres bondadoso, hazme bondadoso a

mí. Ayúdame hoy y dame la oportunidad de conocer las necesidades

de otros y atenderles bondadosamente. En el Nombre de Jesús
¡AMÉN!

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