DEVOCIONAL DÍA 3 DE MARZO

EL CIELO Y LA TIERRA ESTÁN VINCULADOS

“Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?”.

Juan 3:12

Cuando Jesús hace mención de las realidades terrenales o físicas, sus declaraciones son tan ciertas como cuando habla sobre las cosas espirituales o celestiales. Aquí habla sobre algo que muchos pelean con ello, es decir, el contenido de verdad en las declaraciones bíblicas. Jesús es la Palabra. Sus palabras son espíritu y son vida. El cielo y la tierra pasarán pero Sus palabras no pasarán.

Una y otra vez Jesús confirma la autenticidad de la Biblia. Él habla de Adán y Eva como personas reales. Jesús menciona a Abel, Lot, Noé, Salomón y la reina de Saba. Habla de Moisés, Daniel y los profetas. Para Él todas esas personas eran reales, eran personajes históricos.

Jesús habló del diluvio, del arca y de la destrucción de Sodoma y Gomorra como hechos reales no como mitos o leyendas. O bien Jesús estaba en lo correcto para creer en Adán y Eva, o bien era ignorante o falso. Si era ignorante, obviamente apenas podría ser Hijo de Dios. Si era falso, no es digno de ser seguido. Pero si dice la verdad, entonces yo debo estar dispuesto a cambiar. Decir que le sigo y al mismo tiempo negar que lo que Él dice sea verdad, me convierte en un hipócrita o en una persona falsa.

La exigencia de Jesús de hablar la verdad respecto a los dos mundos, el cielo y la tierra, es un desafío para cada persona. Yo no puedo quitar de la Biblia lo que no me gusta. O bien me someto a Jesús o le rechazo. No existe una tercera vía.

Ulf Ekman

ORACIÓN: Señor, abre mis ojos para que pueda entender lo que me dices. Ayúdame a no juzgar tus palabras, sino dejar que sean ellas las que me juzguen. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!