viernes, 30 de marzo de 2012

DEVOCIONAL DÍA 29 DE MARZO



OBSTÁCULOS A LA RESPUESTA DE LA ORACIÓN


“Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas”.

Marcos 11:25


Si hay algo que pueda impedir la respuesta a la oración es la falta de perdón. Algo que es muy común en nosotros es que cuando hablamos con Dios tenemos una norma y otra cuando hablamos entre nosotros. Con la lengua, dice Santiago en su epístola cp. 3:9, “bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios”. Nosotros medimos con diferentes varas de medir. Esto dificulta la respuesta a la oración. Jesús lo deja bastante claro: “Si tenéis algo contra alguno, perdonad”. No es de extrañar que no recibamos respuesta a la oración.

La fe actúa mediante el amor, por lo que la fe deja de ser operativa en la carencia de amor y la falta de perdón. Es posible que algunas personas te hayan ofendido de alguna manera. Y por ello crees que debes mantener tu derecho a estar en su contra. Pero es justamente esto lo que tú y yo no debemos hacer. Por mucho que podamos enumerar lo que otros nos han hecho, y en este sentido nuestra memoria podría ser muy aguda y precisa, aún así, no tenemos derecho a mantenernos en su contra.

Cuando vienes al altar, déjalo todo en él si quieres tener respuesta a tu oración. El perdón no es absolutamente un acto emocional, así que no esperes tampoco que se te presenten dulces sensaciones antes de perdonar. El perdón es un acto de la voluntad. Lo trágico es que a veces las personas no quieren perdonar. Desean tener algo para criticar, o denunciar, y de forma pedante, rebuscar errores o debilidades en otros. Desean hacer minuciosas listas que prefieren divulgar sobre supuestos errores de otros. Una persona así está sentada en la silla equivocada, en la silla del juez, y toda la alegría, toda la unción y todo el sentido de la vida desaparecen. Y la respuesta a la oración no llega. Procura no caer en ello.


Ulf Ekman


ORACIÓN: Señor, mira que mi corazón no albergue el rencor y la cólera irreconciliable contra los que me han ofendido. Yo también he ofendido a muchos. Gracias por Tú perdón. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

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