DEVOCIONAL DÍA 4 DE MARZO

ALZA TUS OJOS

“¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega”.

Juan 4:35

Mientras que Jesús hablaba con una mujer junto al pozo de Sicar, los discípulos fueron a buscar algo para comer. Cuando volvieron se quedaron como siempre, asombrados. Jesús había roto con todas las normas sociales y religiosas hablando con una mujer, samaritana, y algo promiscua. Sus estómagos vacíos los había llevado a comprar a los comercios cercanos. Pero el espíritu de Jesús lo había retenido junto al pozo. Su comida era hacer la voluntad del Padre.

Él les pide que alcen su vista y miren los campos llenos de mies. Vosotros decid que faltan cuatro meses para la siega, pero yo os digo que ya se puede cosechar. ¿Qué está diciendo Jesús? Que si vives en el Espíritu, porque buscas primeramente el reino de Dios, encontrarás constantes oportunidades, cosecha y progreso. Pero si te dejas llevar por las circunstancias y las necesidades carnales te perderás lo que Dios tiene para ti.

Los discípulos estaban orientados a su necesidad y por consiguiente, centrados en su problema. Por ello situaban la siega a cuatro meses vista en el tiempo, porque así era en lo natural. Pero Jesús actúa en lo sobrenatural y ahí hay cosecha en todo tiempo. En el mundo espiritual no existe la escasez, no hay necesidad. Por eso debes abrir tus ojos espirituales. Si lo haces verás lo que ningún otro ve.

Tú vives en medio de hombres negativos, pesimistas y metidos en sus problemas, que solamente ven todas las necesidades y toda la escasez que existe a nuestro alrededor. Jesús no era así. Él veía lo que el Padre le mostraba. Era una realidad mayor que la que Él veía con sus ojos físicos. Y esto es lo que Él quería enseñar a los discípulos a ver. También quiere enseñártelo a ti.

Ulf Ekman

ORACIÓN: Gracias Señor porque Tú abres mis ojos espirituales de forma que pueda ver todas las posibilidades que me rodean. Ayúdame a aceptarlas. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!