lunes, 2 de abril de 2012

DEVOCIONAL DÍA 30 DE MARZO



TÚ ERES EL MESÍAS


“Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 16Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”.


Mateo 16:15-16


A mitad de Su ministerio, a la mitad del evangelio de Mateo y Marcos, Jesús pregunta a Sus discípulos quién creen ellos que es Él. La gente a su alrededor tenían todo tipo de opiniones, pero ninguna revelación. Cuando Pedro responde lo hace con toda claridad:”Tú eres el Mesías”. Jesús había prohibido a los demonios decirlo. Él quería que los discípulos lo hicieran. Todas las señales, toda la enseñanza, todas las profecías, todos los milagros apuntaban en la misma dirección. Nadie podía decir todo eso, hacer todo lo que hizo sin ser el Mesías.

Cuando Pedro dijo esto, no fue después de una larga meditación, o una reflexión analítica. No salió de él, sino que el Padre que está en el cielo se lo reveló. Por lo tanto, para que el hombre lo pueda entender le debe ser revelado por Dios. A pesar de toda evidencia lógica, de toda convicción intelectual, si Dios no lo revela y abre el corazón del hombre y su mente, el hombre nunca llegará a creer.

Algunos cristianos fervorosos creen que si encontrásemos el arca de Noé, el mundo creería. Si tan solo se encontrase la Cruz o el Arca de la Alianza, el mundo creería. No, lo que se necesita es la convicción en espíritu y verdad de la revelación. Cuando algo es revelado por Dios, va directo al corazón y allí se establece como una verdad eterna por la que uno puede llegar a dar su vida. Sabemos que sabemos lo que sabemos. La revelación es algo sobrenatural, igual que Jesús. La revelación viene del mismo mundo que Él, es de la misma naturaleza. Por lo tanto, no se puede negar, destruir o impedir.

Ulf Ekman


ORACIÓN: ¡Gracias, oh Dios! por la revelación que nos muestra a Jesús claramente y lo que somos en Él. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

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