viernes, 13 de abril de 2012

DEVOCIONAL DÍA 11 DE ABRIL



LA ÚLTIMA CENA


“Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros es derramada”.


Lucas 22:19-20


La última cena, en el tiempo de Pascua con los discípulos, es la primera Santa Cena o Comunión. Ahora se instituye el Nuevo Pacto que es sellado en la Cruz. Los discípulos no sabían que esto era el principio y no el final de algo. Ellos entonces no lo vieron. La Cena de la Pascua estaba preparada en la forma judía tradicional. Las hierbas amargas estaban presentes como recordatorio de la esclavitud y el suplicio en Egipto. El cordero pascual que fue sacrificado era el recuerdo del rescate, y de la sangre en los postes de las puertas que hizo que el ángel de la muerte no tocara a los israelitas. También estaba el pan ácimo, que fue sacado del horno antes de que estuviera leudado, cocido y listo. Cuando terminaron la cena, ingerida a toda prisa, y el pueblo había salido fuera, todas las tribus de Israel estaban con sus manos en alto, es decir, en aptitud de oración a Dios.

Habia doce discípulos alrededor de la mesa como imagen de las doce tribus de Israel. Pronto una mejor sangre iba a derramarse. Un Pacto mejor iba a instituirse. Un nuevo pueblo se juntaría con un Israel creyente que sería sacado de entre todas las tribus y naciones. Una gran liberación iba a ocurrir. Liberación de todas las tinieblas y el cautiverio de este mundo. Una Cena muy importante se iba a comer: la participación de la carne y sangre de Jesús. ¿No había dicho Él que: “Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros”? (Juan 6:53). Comer es tener una profunda participación en ello. Al igual que por la digestión, al comer el pan, éste viene a ser hecho uno con nuestro cuerpo; Jesús ahora es hecho uno con nosotros. Una intima, profunda, gloriosa y más duradera comunión entre Dios y los hombres había venido ahora.


Ulf Ekman


ORACIÓN: Oh Dios, abre mis ojos para que vea la realidad que hay detrás de la Comunión, que lo externo señala a lo interno y Tú quieres estar presente en mí vida de una manera mucho más profunda. Gracias por todas las bendiciones del nuevo Pacto. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

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