ECCE
HOMO
“Y salió
Jesús, llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Y
Pilato les dijo: ¡He aquí el hombre!”.
Juan
19:5
Cuando Jesús fue
azotado, flagelado, burlado, despreciado y convertido en un espectáculo público;
revestido con una corona de espinas y un manto de púrpura, Pilato
exclamó:”¡Ecce homo!” “Ved al hombre!”(Versión Biblia
sueca). Vedle, ahí está. Vedle escupido y burlado. Vedle despreciado
y desechado de los hombres. Ved al inocente condenado como un criminal. Vedle
cubierto de acusaciones, todas ellas falsas. Mirad como se mantiene paciente y callado.
Vedle como se encuentra humillado y rechazado. Vedle azotado y flagelado todo
Él, sin dejar parte de su cuerpo que no sangre. Vedle con la corona de espinas
hincadas profundamente en la frente y apretada de tal forma que la sangre cubre
Su cabeza. La corona de espinas que era símbolo de maldición ahora estaba sobre
Él. ¡Miradle cómo lleva sobre Sí toda la existencia de la humanidad! Él es el
Hijo del Hombre, el Cordero de Dios, varón de dolores, experimentado en
quebrantos. Cuando le vimos, su apariencia no fue atractiva, no había en Él
majestad ni belleza. Ved como Su alma sufre dificultades, como Su cuerpo
languidece. Ved como se humilla bajo el maltrato sin abrir Su boca. Ahora es
sacado de la tierra de los vivientes. Pero ¿quién en Su generación reflexiona
sobre esto?
Ahora lleva a la
cruz el pecado de toda la humanidad. Él no acepta el pecado, sino que es
condenado con él para que pueda ser eliminado. No ver esto es defender el pecado
y burlarse del Salvador. Ver al hombre es ver el juicio, la
salvación y la libertad.
Ulf Ekman
ORACIÓN: Gracias
Señor, porque permitiste ser escupido, ridiculizado, despreciado y condenado en
mi lugar, para que yo pueda vivir absuelto en Ti. En el Nombre de
Jesús ¡AMÉN!
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