martes, 17 de abril de 2012

DEVOCIONAL DÍA 16 DE ABRIL

EN LA CASA DE CAIFÁS


“Y prendiéndole, le llevaron, y le condujeron a casa del sumo sacerdote”.


Lucas 22:54


Rápidamente atravesaron el valle del Cedrón. Subieron las escaleras por el lado oeste y entraron al jardín del palacio de Caifás. Bajaron a los sótanos, nadie estaba en la puerta. Todo sucedía en silencio, mientras la ciudad dormía. Nadie lo había presenciado. Esto era justamente lo que los líderes religiosos querían. Su rapidez era la clave para el éxito. Habrían preferido esperar hasta después de Pascua. Jerusalén estaba llena de gente y muchos de ellos amaban a Jesús. Los principales sacerdotes vieron con horror como toda la ciudad se movilizó cuando Jesús cabalgó sobre Jerusalén algunos días antes. Pero ahora era diferente. Había sido traicionado por los suyos. Sus seguidores habían huido cobardemente,”débiles espolones” que no se atrevieron a defenderle. Ahora todo saldría bien.

Fue vigilado durante la noche y los guardias tuvieron la oportunidad de dar rienda suelta a sus agresiones sobre Él. Una y otra vez le golpearon y azotaron. Caifás ya había dictado sentencia de antemano cuando dijo que era mejor que un hombre muriera por el pueblo, a que todo el pueblo pereciera. La cosa ya estaba clara. Podían evitarse todas las formalidades. Un rápido mensaje del Sanedrín y el asunto se daba por terminado. Los testigos ya estaban preparados. Jesús probablemente se vendría abajo y se rendiría. Entonces sería fácil convertirlo en un espectáculo público donde el pueblo quedaría horrorizado. Después Pilatos haría el resto y la tranquilidad se restablecería.

Ulf Ekman


ORACIÓN: Señor, cuando las tinieblas tracen su plan para atacarme permite que encuentre refugio en Ti. En medio de los peores ataques Tú eres mi protección. Tus caminos conducen a la luz. La victoria es tuya. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

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