miércoles, 11 de abril de 2012

DEVOCIONAL DÍA 6 DE ABRIL



MI CASA, CASA DE ORACIÓN SERÁ LLAMADA


“Y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones”.


Mateo 21:13


El Templo se había convertido en un lugar de religiosidad muerta y de un comercio vivo. Lo externo había llegado a ser vital y el dinero se había convertido en lo más importante. Muchos habían encontrado su sistema de vida y dependían de lo que vendían en los atrios del templo. Jesús recriminó todo esto. Para Él el Templo era sagrado. Allí debía estar la Presencia del Padre. Ahí el pueblo buscaba a Dios y debía encontrarle. El Templo debería ser la casa de oración para todo el pueblo. Jesús derribó las mesas y echó a los prestamistas del Templo. ¿Qué sucedió entonces? Pues que los ciegos y cojos vinieron a Él y los sanó. Cuando el pecado, la mundanalidad y la impureza se purifican, consecuentemente el poder sobrenatural de Dios empieza a fluir de nuevo. ¿Y qué sucede? Que la alabanza espontánea de los niños comienza a hacerse eco entre los muros. La adoración y la alabanza siempre son fáciles en una atmósfera donde Jesús está y lo sobrenatural tiene libre acceso para manifestarse.

Los fariseos trataron de parar la alabanza, pero Jesús cuidó de que continuara. Para Él esto era lo importante. Es lo mismo hoy. Nada agrada más al Padre que los verdaderos adoradores le adoren en espíritu y verdad. La adoración y la alabanza que no es obstaculizada por el egoísmo o el pecado, sino que fluye solamente del corazón agradecido por el poder restaurador del Señor, es algo de lo más maravilloso que existe.


Ulf Ekman


ORACIÓN: Gracias Señor, porque limpias mi vida que es Tu templo. Quita todo lo que te desagrada y dificulta la adoración y la alabanza e impide tu poder milagroso. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

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