jueves, 16 de febrero de 2012

DEVOCIONAL DÍA 12 DE FEBRERO



¿ES LA VOLUNTAD DE DIOS SANAR?

“Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente.2 Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. 3Jesús extendió la mano, y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció”.
Mateo 8:1-3

Un leproso se acerco a Jesús. Seguramente que había oído hablar acerca de todo lo que estaba sucediendo en torno a él. Tal vez alguien que había sido sanado le comunicó las buenas nuevas. El leproso se postró ante Jesús. Esto demuestra que se humilló, que le conocía y reconocía a Jesús por lo que Él era. Ningún judío se arrodilla delante de otro hombre y es absolutamente impensable que le llame Señor. El nombre de Dios estaba reservado para Dios, y nada más que para Él. Este era el punto de ataque de los fariseos contra Jesús, que Él se había hecho Dios quien según ellos era solamente un hombre. Sólo Dios puede recibir adoración. Pero ahora el leproso ha dicho algo: “si quieres puedes limpiarme”. No cuestionó Su capacidad para hacerlo, sino Su amor. El mundo está lleno de gente que en principio piensa que si Dios existe puede hacer cualquier cosa. Pero aquí no se trata de eso, la pregunta es si Jesús quiere o no. ¡Se trata de la bondad de Dios! ¿Hace Dios acepción de personas? La pregunta tocó la fibra más sensible del corazón de Jesús. Apenas tuvo tiempo para contestarle cuando Sus manos ya tocaban al leproso. Poner las manos encima de un leproso era quebrantar la Ley y a la vez tocar algo inmundo. Esto era romper las barreras sociales, los prejuicios, desprecios y miedos. Jesús hizo todo esto en segundos y después sonaron las palabras:”Si, quiero, sé limpio”. Una vez por todas y para todos el Hijo expresó la voluntad del Padre. Su voluntad es la de sanar, no solamente al leproso del relato sino a todo aquel que venga a Él. El hombre fue limpio de su lepra y en la misma noche vinieron multitud de enfermos a Jesús. “y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; 17para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Él mismo llevó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias” Mateo 8:16-17.

Ulf Ekman

ORACIÓN: Gracias Señor, porque Tú no haces acepción de personas y Tu amor es tan grande y tu voluntad tan nítida. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

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