jueves, 23 de febrero de 2012

DEVOCIONAL DÍA 22 DE FEBRERO


BIENAVENTURADOS LOS QUE PADECEN PERSECUCIÓN


“Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. 11Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. 12Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros”.

Mateo 5:10-12


La persecución por causa de la fe no es un fin en sí mismo. El complejo de persecución no es una virtud. Pero el creyente nunca escapa a la persecución. En alguna forma afecta a todo el mundo. Existe una gran resistencia en el mundo contra Jesús. Es verdad que hay una gran apertura y un gran anhelo de Jesús, pero de igual manera existe una fuerte resistencia a someterse a Él. El mundo recibe con mucho gusto todo lo que Jesús tiene para ofrecer sobre paz, gozo, armonía, pureza, justicia, sanidad, vida eterna; pero sin tener que someterse, sin confesar su orgullo, pecado e inmundicia. Naturalmente que a Jesús se le puede encontrar entre otras alternativas, como una decoración cultural, pero sus demandas son molestas. Él pone el dedo justo en el punto más sensible. Habla verdades que no queremos oír. Él revela las motivaciones internas del corazón. Él despoja todo lo externo, aquello en lo que queremos confiar en vez de confiar en Él. El Evangelio no es una terapia edulcorada. Se produce una lucha de vida o muerte dentro de mí, donde yo en lo profundo de mi ser tendría que capitular, morir y sin reservas, permitir entrar a un nuevo Señor en mi vida. Si no quiero esto, al final traicionaré, abandonaré, odiaré y perseguiré a Jesús. Él dijo: Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas” (Juan 3:19).

Si no quiero que la luz me descubra y me cambie, es porque yo egoístamente amo las tinieblas y quiero disfrutar de ellas; entonces huyo de la luz, y maldigo y persigo a los que vienen con ella. Pero para aquellos que son víctimas de insultos y persecuciones Jesús les ha prometido el reino de los cielos; por lo que pueden regocijarse y alegrarse en medio de los ataques en el conocimiento de que el salario o recompensa llega. El amor a Jesús es digno de todo esto.

Ulf Ekman


ORACIÓN: Dios del cielo, ayúdame a no huir ni desertar cuando la oposición viene. Que Jesús brille con más claridad que nunca en mi vida cuando la persecución surja por causa de Tú Palabra. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.