domingo, 19 de febrero de 2012

DEVOCIONAL DÍA 18 DE FEBRERO


HAMBRE Y SED DE JUSTICIA

“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”.
Mateo 5:6

El hambre es una poderosa fuerza motriz para el hombre. El hambre impulsa al hombre a llevar a cabo grandes hazañas, conquistas y a romper obstáculos. La sed conduce a los ciervos a las corrientes de las aguas. Así la sed en el corazón del hombre le impulsa a buscar aquello que le falta. Pero sed puede ser diferentes cosas. El hambre hace al hombre pasional y le lleva a romper todas las reglas establecidas con tal de satisfacerse. El hambre de poder, de seguridad, dinero o sexo puede impulsar al hombre a abandonar por completo las reglas básicas de la vida y conducir su vida a la ruina y el caos. Solamente Cristo puede romper la fuerza impulsora de las pasiones egoístas y en su lugar poner hambre de Dios en lo profundo de su corazón. Es un hambre que solo se aquieta por el mismo Dios. Es un hambre que se produce una y otra vez. Así como la comida sacia durante un tiempo, de la misma manera ser lleno de la presencia de Dios precisa volver de nuevo a Él para llenarme nuevamente. Tener hambre de justicia es tener hambre de Jesús, aquel que fue hecho justicia por nosotros. Es tener hambre de todo lo que Él es y tiene, y todo lo que representa Su reino. Después ya no se encuentra placer en la injusticia, sino dolor. No hay necesidad de aceptar o defender la injusticia grande o pequeña, privada o estructural. Los pobres, los débiles, los desposeídos, explotados, abandonados, los tratados injustamente conmueven el corazón de Dios. El Evangelio cubre todas las áreas de la vida humana. El avivamiento afecta a todos los sectores de la sociedad. Pero la respuesta a la injusticia no es un egoísmo de grupo, odio o nuevas injusticias, sino el reino de Dios que consiste en justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Donde está Jesús allí florece la justicia.
Ulf Ekman

ORACIÓN:”Oh, Dios ayúdame para que mi corazón nunca cese de tener hambre. Ayúdame para seguir teniendo sed de justicia y ver florecer Tu justicia por todas partes. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.