lunes, 6 de febrero de 2012

DEVOCIONAL DÍA 5 DE FEBRERO


EN EL DESIERTO

“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo”.
Mateo 4:1


No hay ninguna victoria sin lucha. Ningún avance sin oposición. Ningún camino de Dios sin que el diablo venga con su alternativa. Fue el Espíritu quien llevó a Jesús al desierto por 40 días. Moisés también estuvo allí 40 años por culpa de haber matado a un egipcio. Hasta entonces no estuvo listo para su tarea.
Durante 40 días Jesús oró y ayunó. Entonces apareció Satanás. Está escrito que vino a Jesús cuando estaba más débil, cuando tenía hambre. Hambre aquí significa debilitarse hasta los límites de la inanición. Pero Su espíritu era fuerte. Jesús fue tentado en espíritu, alma y cuerpo. La primera tentación fue la comida:”convertir piedras en pan”. Fue tentado en Su cuerpo. La segunda tentación fue en Su voluntad-el deseo-. “Tirarse abajo desde los muros del templo”. Era una tentación del alma poniéndoselo fácil, pensando por uno mismo en un camino o salida que no estaba dispuesto por Dios, y así ser indómito en el interior del alma, aunque aparentemente parezca que se sigue a Dios. La tercera tentación trata de la lealtad en lo íntimo, es una tentación del espíritu, del corazón que se determina a vivir para Dios, y cambia de señor a lo largo del viaje; regateando así para obtener poder e influencia. En cada una de estas ocasiones Jesús respondió citando las Escrituras. Y Satanás retrocedió.
Hay un enorme poder en la Palabra escrita. Si Jesús mismo la utilizó, nosotros también debemos utilizarla. Él estaba lleno de la Palabra de Dios y cuando se presentaba la necesidad la Palabra surgía de su interior. La Palabra de Dios es la Espada del Espíritu y se necesita una espada para repeler los ataques de Satanás. Donde Adán falló, Jesús triunfó. Donde Jesús triunfó puedes triunfar tú también porque estás en Él y Su victoria te pertenece. Por lo tanto, el camino por el desierto no es un camino de derrota sino un camino de prueba para hacerte fuerte como nunca antes lo habías sido. Y Jesús volvió a Galilea en el poder el Espíritu.

Ulf Ekman

ORACIÓN: Gracias Señor porque Tú te encuentras en todos los desiertos y eres suficiente para cada terreno yermo de mi vida. En Ti tengo todo lo que necesito y tus armas son suficientes para repeler cualquier ataque del enemigo en mi vida. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.