DEVOCIONAL DÍA 10 DE ENERO

REBELIÓN CONTRA DIOS

“Y vio JHWH que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos, era de continuo solamente el mal”.

Génesis 6:5

Cuando el hombre se reveló contra Dios y lo abandonó su caída fue total. Su ser y su corazón murieron llenándose de tinieblas espirituales. Desde esta perspectiva no existe nada bueno en el hombre, algo que en sí mismo sea suficiente para rescatar, salvar y justificarle. Esto para el hombre moderno es difícil de aceptar. Con sus ojos naturales se miran a sí mismos y opinan que son capaces, magníficos y estupendos.

Si uno se mira con cierta medida de altruismo y buena voluntad para servir; ve sus descubrimientos, conquistas e inventos y usa todo esto para tapar y encubrir otros flancos; pero Dios ve nuestro corazón. Sin Él y al huir de Él, todo lo que hacemos, todo lo que deseamos y todo por lo que luchamos al final resulta como ceniza en nuestras manos. La rebelión del hombre contra Dios contamina todo y por fin, todo se destruye. A pesar de toda la arrogancia, la admiración y auto-exaltación del mundo, brota hacia fuera un río pecaminoso de egoísmo de lo profundo de nuestro corazón que con su caudal de agua maloliente va arrasando y destruyéndolo todo.

Dios nunca va a aceptar que el pecado lo contamine todo y que la humanidad llena de orgullo triunfe sin Él. Si esto sucediera el mundo se poblaría totalmente tomado por la maldad que hoy a menudo se oculta en el interior del hombre. Nosotros mismos no podemos librarnos, nos destruiríamos por completo, y sin freno nos lanzaríamos a la perdición. Dios tiene un mejor camino hacia la liberación.

Ulf Ekman

ORACIÓN: Señor, yo clamo a Ti, Tú eres mi salvación. Confío en Ti. Tú eres mi amigo en la angustia, mi fortaleza y mi roca. ¡Ayúdame! En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!